En medio del tumultuoso drama que rodea la separación de William Levy y Elizabeth Gutiérrez, el cubano ha roto su silencio para abordar las serias acusaciones que enfrenta. La ruptura, que comenzó hace más de un mes, no solo ha sacudido las redes sociales, sino que también ha visto la intervención de las autoridades en su hogar compartido.

William Levy ha acusado a Elizabeth Gutiérrez de manipular a su hija para perjudicarlo aún más. Según el actor, Gutiérrez habría llamado a las autoridades sin justificación alguna, aumentando la controversia alrededor de su separación. En una reciente entrevista en el programa “Tarde Ár”, Levy defendió su postura, afirmando que las acusaciones de su exesposa eran infundadas y que no había pruebas de sus reclamos.

“Elizabeth llamó a las autoridades sin razón, sin ninguna evidencia de sus acusaciones. Esto ha sido muy difícil de manejar,” reveló Levy. A pesar del caos y el escándalo, Levy subrayó que su prioridad son sus hijos, Christopher y Kayi. “Mi hijo vive conmigo, sabe cómo soy, y mi hija me ve constantemente. Estamos bien, gracias a Dios,” comentó el actor.

Levy ha optado por mantener un perfil bajo y no dar entrevistas adicionales sobre la separación. “No he creado escándalos ni he hablado mal de Elizabeth. Me concentro en el bienestar de mis hijos y en ser un buen padre para ellos,” aseguró Levy. La polémica aumentó después de que se publicaran videos de las visitas de las autoridades a la casa de la pareja, intensificando la atención mediática sobre su ruptura.

El conflicto se exacerbó con la publicación de un video de Samadhi Zendejas, compañera de elenco de Levy, en el que se mostraba disfrutando de un momento con el actor. Gutiérrez reaccionó en redes sociales, sugiriendo que había sido engañada, mientras Levy respondió indirectamente con comentarios sobre la gente que no quiere verte feliz.

La separación de Levy y Gutiérrez, marcada por acusaciones mutuas y un intenso escrutinio público, ha adquirido todos los ingredientes de un drama digno de una telenovela. Mientras el cubano intenta proteger a sus hijos del torbellino mediático, la disputa continúa en el ojo del huracán, con ambos lados buscando resolver sus conflictos en medio de una ola de críticas y especulación.