En un momento tenso y muy publicitado, el Príncipe Harry habría respondido furiosamente con ocho palabras después de que su padre, el Rey Carlos III, supuestamente prohibiera a Meghan Markle ver a la Reina en sus últimos momentos.
El incidente ha alimentado más especulaciones sobre las tensas relaciones dentro de la familia real y la tensión actual entre Harry y sus familiares.
Según fuentes cercanas a la familia real, el rey Carlos tomó la decisión de limitar quién podía estar presente cuando la reina Isabel II se acercaba a sus últimos días, y Meghan, la esposa de Harry,
No estaba incluido en el selecto grupo de familiares a los que se les permitió visitar a la Reina en el Castillo de Balmoral en Escocia. Según se informa, esta decisión se produjo mientras la familia hacía preparativos
por lo que sería el fallecimiento de la Reina, y había una sensación de urgencia por tener a sus familiares cercanos a su lado. Meghan, que estaba en Londres en ese momento,
No fue informado de los momentos finales, y fue Harry a quien finalmente se le permitió volar a Balmoral para estar con su abuela.
Según fuentes, Harry, profundamente molesto por la situación, respondió con una respuesta escueta de ocho palabras cuando se enfrentó a la noticia de que a Meghan no se le permitiría unirse a él. “No puedo creer que nos estés haciendo esto”, habría dicho Harry, según fuentes confidenciales. Sus palabras de enojo reflejan las frustraciones y emociones cada vez más profundas que rodean la relación de los Sussex con la familia real, particularmente después de la salida de la pareja de sus roles reales. El rechazo de la presencia de Meghan en un momento tan crucial pareció ser la gota que colmó el vaso para Harry, agregando leña al fuego de sus continuos sentimientos de alienación del resto de la familia real.
Según se informa, la decisión de excluir a Meghan de un momento tan íntimo y significativo fue tomada por el rey Carlos, aunque muchos observadores de la realeza creen que el momento y el contexto de la decisión fueron más complicados. Dada la tensa relación de Meghan con algunos miembros de la familia real, en particular con Kate Middleton y el príncipe William, así como con el propio príncipe Carlos, algunas fuentes sugieren que la decisión fue un reflejo de la dinámica familiar en general. Harry y Meghan han estado en desacuerdo con la familia real desde que se alejaron de sus deberes oficiales, y sus constantes críticas públicas, incluida la explosiva entrevista con Oprah Winfrey en 2021, solo han profundizado la división.
La exclusión de Meghan de los últimos días de la reina ha sido sin duda un punto de discordia para los Sussex. Meghan, que había expresado públicamente su profundo afecto por la reina Isabel en el pasado, se habría sentido devastada por no estar al lado de la monarca en sus últimos momentos. Algunos expertos afirman que Meghan esperaba ser incluida en el pequeño grupo familiar que estaba en Balmoral, pero quedó claro que no sería bienvenida. Como resultado, la respuesta de Harry (sus palabras de enojo y frustración) parecen reflejar la creciente ruptura entre él y su familia, en particular su padre, el rey Carlos.
Este incidente se considera el último capítulo de las tensiones que se vienen produciendo desde hace tiempo entre los Sussex y el resto de la familia real. Tras su salida de los deberes reales, Harry y Meghan se han enfrentado a un escrutinio cada vez mayor, tanto de la prensa británica como de parte del público. Si bien han hablado públicamente sobre los desafíos que enfrentaron dentro de la familia real, incluidas acusaciones de maltrato y falta de apoyo, sus constantes críticas no han sido bien recibidas por todos, especialmente por aquellos que permanecen firmemente dentro del redil real. La exclusión de un momento tan importante parece ser un reflejo simbólico de las fracturas que han surgido en su relación con el rey Carlos y otros miembros de la realeza de alto rango.
La reacción de Harry al enterarse de que Meghan no podría ver a la reina ha sido descrita como una reacción cruda y emotiva, que pone de relieve lo profundamente que se siente al respecto. El duque de Sussex siempre ha tenido una relación complicada con la familia real, marcada tanto por el amor como por la frustración. Su decisión de dejar atrás sus deberes reales fue, en parte, una reacción al maltrato percibido a su esposa, pero también representó un deseo de crearse una vida lejos del escrutinio constante de la prensa británica. Sin embargo, mientras los Sussex continúan construyendo sus vidas en los Estados Unidos, su relación con la familia real sigue siendo una fuente de tensión constante, y este último incidente solo ha agudizado esos problemas.
Para Harry, la pérdida de su abuela fue sin duda un acontecimiento profundamente emotivo y personal. Tras haber estado muy cerca de la reina Isabel durante toda su vida, su fallecimiento fue un duro golpe, y haber podido despedirse en Balmoral habría sido un cierre significativo para él. Sin embargo, la exclusión de Meghan, una persona a la que ha defendido durante mucho tiempo, añadió una capa de complejidad al proceso de duelo. La respuesta de ocho palabras que supuestamente pronunció Harry refleja el dolor y la sensación de traición que ha llegado a definir gran parte de su relación con la familia real.
Las consecuencias de este incidente aún no se han aclarado y muchos se preguntan cómo avanzarán a partir de ahora los Sussex y la familia real. ¿Se curará alguna vez la relación de Harry y Meghan con el rey Carlos y el resto de la familia? ¿O este momento ha sido el punto de inflexión que ha cimentado aún más la grieta? Lo que está claro es que la ausencia de los Sussex en los últimos momentos de la reina ha añadido otra capa de complejidad a una relación ya de por sí tensa, que probablemente seguirá siendo noticia en el futuro previsible.