La despedida de Ernestina Sodi se llevó a cabo en la más absoluta privacidad el pasado 10 de noviembre, con la presencia exclusiva de familiares y amigos cercanos a la escritora. El evento fue tan hermético que incluso las tensiones familiares no tardaron en salir a la luz, revelando secretos y rupturas entre los miembros de su entorno cercano.

Laura Zapata: ¿Faltó o Estuvo Excluida?

Una de las figuras más polémicas en este contexto fue Laura Zapata, quien se encontraba distanciada de su hermana Ernestina desde hace años. La periodista Lis López reveló que, a pesar de que Laura había mandado un mensaje de despedida a su hermana, las autoridades del funeral tenían instrucciones claras de no dejarla entrar. Sin embargo, Laura Zapata había decidido no asistir al evento para evitar una controversia, expresando que no quería desviar la atención del verdadero motivo de la ceremonia: la partida de Ernestina.

La Misa Católica y la Influencia Cristiana

Aunque Ernestina Sodi era cristiana, se ofició una misa católica en su honor, lo que generó algunos murmullos entre los presentes. Camila Sodi, hija de la escritora, estuvo presente y le dedicó unas conmovedoras palabras a su madre, mientras que Talía, en medio de su dolor, parecía estar alargando su estancia en México para acompañar a la familia. Se reportó que la cantante se estaría hospedando en la casa de Ernestina, lejos de la privacidad de un hotel.

Una Familia Desgarrada: El Legado de Ernestina

Los restos de Ernestina fueron enterrados en el Panteón Francés, un lugar donde solo los miembros cercanos de la familia pudieron despedirla. Sin embargo, lo que parece ser una despedida íntima también fue una oportunidad para que las heridas no cicatrizaran, especialmente por el distanciamiento con Laura Zapata. A pesar de las tensiones, Laura ha recibido el apoyo de una parte importante de sus seguidores, aunque su comportamiento tras la muerte de su hermana sigue siendo objeto de controversia.

El Dolor Silente de Laura Zapata

Después de la pérdida, Laura enfrentó críticas cuando se supo que había celebrado una fiesta el mismo día en que se dio a conocer el deceso de Ernestina. La actriz y su hermana tuvieron una relación muy compleja, marcada por un dramático episodio en 2002, cuando Laura fue secuestrada, y los perpetradores pidieron que ella se encargara de negociar su liberación. Este evento marcó un punto de no retorno en su relación, lo que finalmente los alejó.

¿Será este el fin de un legado familiar roto, o la oportunidad para sanar viejas heridas? Esta historia, llena de secretos y tensiones, está lejos de llegar a su fin.