Recientemente, la vida de Don Pedro Rivera ha estado llena de momentos agridulces. Por un lado, el patriarca de la familia Rivera ha obtenido una importante victoria judicial sobre sus propios nietos, los hijos de la fallecida Jenni Rivera. Este proceso legal, que giraba en torno a las regalías y los derechos de imagen de la icónica cantante, ha dividido a la familia y a sus seguidores, generando un intenso debate sobre la justicia y los derechos familiares.

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La disputa, encabezada por Jacky Rivera en representación de Jenni Rivera Enterprises, tenía como objetivo asegurar que las ganancias del legado de Jenni fueran distribuidas justamente entre sus descendientes. Sin embargo, la corte ha desestimado la mayoría de las acusaciones, lo que llevó a Don Pedro a celebrar esta victoria con un polémico comentario, refiriéndose a sus nietos como “pinches chamacos”. Aunque Don Pedro ha ganado gran parte de la batalla legal, aún quedan algunos puntos relacionados con las regalías que podrían impactar el futuro de esta disputa familiar.

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Sin embargo, no todo ha sido motivo de celebración para Don Pedro. En medio de este triunfo legal, su relación con Natalie, su joven novia, ha comenzado a tambalearse. Desde mayo de 2024, se había especulado sobre una posible boda entre Pedro y Natalie, pero parece que esos planes están en peligro. Según rumores, Natalie se siente traicionada y frustrada por la falta de atención de Don Pedro, quien ha estado más centrado en sus problemas legales que en su relación.

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La tensión entre ambos ha crecido tanto que Natalie estaría considerando suspender la boda, demandando más compromiso y tiempo de parte de su pareja. A pesar de los intentos de Don Pedro por demostrar su amor, como el generoso regalo de una camioneta Tesla hace unos meses, parece que Natalie necesita algo más que gestos materiales. Para ella, la atención, el apoyo emocional y la compañía son fundamentales para seguir adelante con los preparativos del matrimonio.

Esta situación ha puesto a Don Pedro en una encrucijada: por un lado, su victoria judicial le ha dado un respiro en su vida legal, pero, por otro, su relación amorosa pende de un hilo. La gran pregunta es si Don Pedro podrá encontrar un equilibrio entre sus responsabilidades legales y personales para salvar su relación con Natalie o si esta crisis marcará el final de su romance.