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Una estrella que se apagó muy pronto: Romy Schneider, entre tragedias y dolor

Romy Schneider, la famosa actriz europea, no solo es admirada por su legado de éxito, belleza y talento en el cine, sino también por su valentía al
enfrentar la desgracia y el dolor.

“No soy nada en la vida, pero todo en la pantalla”, expresaba Schneider.

Romy Schneider, de nombre real: Rosemarie Magdalena Albach-Retty, nació el 23 de septiembre de 1938 en Viena, Austria. La actriz proviene de una familia de artistas, su madre, Magda Schneider, era también una reconocida actriz, mientras que su padre, Wolf Albach-Retty, era un actor de teatro.

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Desde pequeña estuvo rodeada de arte y cultura. Pero cuando sus padres se divorciaron tuvo que permanecer 5 años internada en un colegio de monjas.

Sin embargo, con tan solo 15 años, obtuvo su primer papel como actriz en la película “Cuando vuelve la primavera” de 1953, actuando junto a su madre.

La vida y el triste final de Romy Schneider - YouTube

Luego, en 1955, le llegó el protagónico en la película Sissi, la emperatriz Isabel de Austria, papel que la llevó a la fama, y a convertir dicha película en una trilogía. Sin embargo, Schneider tuvo que desprenderse poco a poco de la dulce y romántica emperatriz, para poder convertirse en una actriz multifacética.

El encuentro con Alain Delon y su transición al cine francés

Biografía de Romy Schneider

A finales de los años 50, Schneider buscó oportunidades fuera del cine alemán. Así fue que conoció a Alain Delon, una de las grandes estrellas del cine francés. En su nueva etapa, comenzó a trabajar con directores importantes. Uno de sus primeros trabajos en Francia fue la película Christine (1958), en la que actuó junto a Delon.

 

Alain Delon y Romy Schneider: un amor que se convirtió en una complicidad eterna | TN

El éxito con Delon la hizo trabajar con directores como Luchino Visconti, Claude Chabrol o Claude Sautet. Viajó a Estados Unidos cuando Orson Welles le ofreció protagonizar El Proceso en 1962. En Hollywood filmó otras películas como Los Vencedores en 1963. Pero nunca pensó en quedarse en EE.UU. Para ella, París era su lugar en el mundo. ”En París soy la mujer más feliz del mundo. No existe otra ciudad como está para vivir la vida”, decía la estrella.

Delon y Schneider comenzaron una relación intensa y apasionada, lo que llevó a Schneider a trasladarse a Francia.

Pero su romántica relación con Delon la sorprendió cuando se encontró con flores y una carta de despedida del actor, diciendo que se iba con la actriz Nathalie Barthelemy.

“Siempre me lo juego todo, llevo las cosas hasta las últimas consecuencias. Me entrego y amo con todo mi corazón”, dijo la actriz.

A pesar de todo, Schneider siempre mantuvo un fuerte vínculo con Delon. Luego pudo trabajar nuevamente con él en el film La piscina de 1969.

 

ALAIN DELON: LAS MUJERES DE SU VIDA: ROMY SCHNEIDER

Años después, Delon confesó que Schneider fue la mujer de su vida y que lamentó no haberse casado con ella.

La actriz decidió quedarse en Francia. Rodó con Otto El Cardenal (1963); L’Enfer (1964), de Henri-Georges Clouzot; Préstame tu marido (1964), de David Swift y ¿Qué tal, Pussycat? (1965), de Clive Donner, junto a Woody Allen y Peter O’Toole.

En 1966, Schneider se casó con el actor y director teatral Harry Meyen. Estuvieron 9 años casados y tuvieron a su hijo David.

En ese tiempo la famosa intérprete ganó dos premios César a la mejor actriz, el primero por su actuación en “Lo importante es amar” (1975), dirigida por Andrzej Żuławski, y el segundo por “El viejo fusil” (1976), un drama sobre la ocupación nazi en Francia. Estos premios demostraron que la actriz era la más respetada y querida de Europa.

Descenso al abismo: las pérdidas terribles de Romy Schneider

Pero la vida de Schneider, tenía su lado B, no era tan perfecta y feliz como parecía, por el contrario, la tragedia y el dolor la perseguían. “Soy una mujer rota y tan solo tengo 43 años”, dijo la actriz, poco antes de morir.

La ruptura de su relación con Delon en 1963, marcó el inicio de sus episodios de depresión y de profunda sensación de soledad.

ALAIN DELON: LAS MUJERES DE SU VIDA: ROMY SCHNEIDER

Por otra parte, su matrimonio con Meyen no iba bien, se divorció y se casó con Daniel Biasini, de nacionalidad franco-italiana, 11 años más joven que ella y quien era su secretario personal.

Poco después de la boda, la actriz sufrió un accidente automovilístico y perdió al niño que esperaba. Pero la vida le dio otra oportunidad, con la llegada de su hija Sarah.

Schneider cayó en un abismo de depresión cuando se enteró del suicidio de su exesposo, Harry Meyen en 1979. Para la actriz fue el detonante de su adicción al alcohol y a los tranquilizantes. En ese momento, Biasini le pidió el divorcio, tras seis años de casados.

Como un golpe aún mayor para Schneider, ocurrió el acontecimiento más doloroso de su vida: la muerte de David, su hijo mayor, en un trágico y absurdo accidente, el 5 de julio de 1981.

Al parecer, el chico quería sorprender a su familia e intentó entrar trepando las rejas de la casa. Por desgracia, el chico resbaló y quedó atravesado por una de ellas. Falleció en el hospital.

“He enterrado al padre y he enterrado al hijo, pero nunca los he abandonado y ellos tampoco me han abandonado a mí”, dejó escrito en su diario Schneider.

Aunque Schneider intentó recuperarse y buscar la felicidad con el productor Laurent Pétin, su último novio, ella solo encontraba consuelo en la bebida y el tabaco.

Final trágico

El 29 de mayo de 1982, a las 7.30 de la mañana, Pétin halló muerta a la estrella del cine en su residencia.

Estaba recostada en una silla frente a su escritorio, donde había una carta en la que pedía disculpas por suspender una sesión de fotos y también había en la mesa una botella de vino vacía y frascos de medicamentos. Schneider solo tenía 43 años.

ALAIN DELON: LAS MUJERES DE SU VIDA: ROMY SCHNEIDER

Según el certificado de defunción, Schneider murió de un paro cardíaco, pero siempre se sospechó de que se trataba de un suicidio. Además, por pedido de la familia no se le practicó una autopsia, dejando en el misterio las causas de su muerte.

Schneider fue enterrada junto a la tumba de su hijo el 2 de junio en el cementerio de Bossy-Sans-Avoir, al sur de París. No asistieron ni su madre ni Delon. Dos meses después, su tumba fue profanada y desapareció su diario personal.

Aun después de varias décadas, actrices de todo el mundo siguen citándola como una fuente de inspiración, su trabajo sigue siendo objeto de admiración. Aunque la vida de Schneider fue corta y plagada de desgracias, su legado sigue siendo inmenso, y su nombre es sinónimo de grandeza en el cine.

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