Victoria Ruffo, conocida como la “Reina de las telenovelas”, ha sido una figura icónica en el mundo del entretenimiento latinoamericano durante más de 45 años.

Su carrera ha sido un ejemplo de dedicación, disciplina y talento, cautivando al público con actuaciones memorables en televisión, teatro y cine. Aunque muchos conocen sus papeles en exitosas telenovelas, su vida personal ha estado marcada por desafíos y momentos difíciles que han moldeado a la persona detrás de la actriz. A sus 62 años, Victoria ha decidido abrirse sobre aspectos de su vida que antes mantuvo en privado, revelando una historia llena de amor, desamor y resiliencia.

Victoria Ruffo nació el 31 de mayo de 1962 en la Ciudad de México, en una familia vinculada al servicio público. Creció con dos hermanas, Marcela y Gabriela, quienes también se dedicaron al mundo del espectáculo. Marcela se convirtió en productora de televisión, mientras que Gabriela siguió los pasos de Victoria y se embarcó en una carrera actoral. La infancia de Victoria estuvo marcada por la separación de sus padres cuando ella tenía apenas 14 años. Su padre dejó el hogar, y su madre, una agente inmobiliaria, asumió la responsabilidad de criar a sus hijas. A pesar de las dificultades económicas, Victoria encontró su pasión por la actuación a una edad temprana, influenciada por su hermana Marcela, quien la llevó a una sesión de fotos donde un fotógrafo vio su potencial y la animó a dedicarse al mundo del entretenimiento.

Decidida a perseguir su sueño, Victoria estudió poesía, danza, y música, y participó en todas las actividades artísticas posibles en su escuela. Eventualmente, se inscribió en una academia de actuación y comenzó a asistir a audiciones junto a sus hermanas. Su gran oportunidad llegó a los 18 años cuando debutó en televisión en la serie Discoteca es amor, un papel que captó la atención de productores de cine y le abrió las puertas a nuevos proyectos. Pero fue con su interpretación de “Natalia Ramírez” en la telenovela La Fiera que su carrera despegó. Este papel le valió el reconocimiento como Mejor Actriz Joven del Año, consolidando su lugar en la industria y marcando el inicio de su reinado en las telenovelas.

Sin embargo, su carrera alcanzó un nuevo nivel en 1989, cuando protagonizó la serie Simplemente María. La historia de María, una mujer bondadosa que enfrenta innumerables dificultades con determinación, resonó profundamente en el público y convirtió a Victoria en una estrella internacional. Este personaje la consolidó como una de las actrices más queridas en América Latina, y el éxito de la serie dejó una huella imborrable en la historia de las telenovelas. En los años siguientes, Ruffo continuó interpretando papeles que tocaban el corazón del público, como el de “Consuela” en Pobre niña rica (1995) y “Elena” en Vivo por Elena (1998), personajes que luchaban contra la adversidad y encontraban la fuerza para seguir adelante.

Uno de los papeles más emblemáticos de su carrera llegó en 2005 con La Madrastra, donde interpretó a una mujer que, tras 20 años en prisión, regresa para reencontrarse con su familia y buscar justicia. Este papel demandante destacó la capacidad de Victoria para transmitir emociones intensas y reafirmó su lugar como una de las grandes actrices de su generación. En 2008, su versatilidad volvió a brillar en la telenovela En nombre del amor, donde interpretó a “Macarena”, una mujer de gran corazón y bondad que contrasta con su hermana amargada y vengativa. Este papel demostró una vez más su habilidad para interpretar personajes complejos y con profundidad emocional.

A pesar del éxito en su carrera, la vida personal de Victoria Ruffo no ha sido tan idílica. Su relación con el comediante Eugenio Derbez es uno de los episodios más controvertidos de su vida. Ambos se conocieron en los años 90 y formaron una pareja que parecía perfecta a los ojos del público. Tuvieron un hijo, José Eduardo, y todo parecía marchar bien hasta que, en 1996, anunciaron su separación. A partir de entonces, las disputas por la custodia de su hijo y los conflictos entre ambos se hicieron públicos. Uno de los eventos más comentados fue la supuesta “boda falsa” organizada por Derbez, quien aseguró que se trataba de una celebración simbólica, mientras que Victoria afirmó que había sido engañada. A lo largo de los años, ambos han dado diferentes versiones de los hechos, y su relación ha seguido siendo tensa, a tal punto que en algunas ocasiones incluso han llegado a recortarse mutuamente de las fotos familiares.

Sin embargo, la vida amorosa de Victoria tomó un giro positivo cuando conoció al político mexicano Omar Fayad, con quien se casó en 2001. La pareja fue presentada por amigos en común, y aunque al principio no había grandes expectativas, pronto surgió una conexión especial entre ellos. Su boda fue un evento espectacular celebrado en Polanco, Ciudad de México, con la asistencia de figuras destacadas del espectáculo y la política. Victoria y Omar han estado casados por más de dos décadas y tienen dos hijos juntos, Victoria y Anuar. Durante muchos años, fueron considerados una de las parejas más estables en el mundo del espectáculo y la política mexicana, y su historia de amor parecía sacada de una telenovela. Sin embargo, recientemente han surgido rumores de una posible separación, aunque hasta ahora ambos han optado por mantener silencio y dejar que las especulaciones sigan sin confirmar ni desmentir nada.

A pesar de las pruebas y desafíos que ha enfrentado, Victoria Ruffo sigue siendo una figura querida y respetada en el mundo del entretenimiento. En los últimos años, ha demostrado su capacidad para adaptarse y explorar nuevos géneros, como la comedia en la telenovela Cita a ciegas, donde interpretó a “Maura”. Este papel le valió una nominación al Premio TVyNovelas, y mostró su disposición a salir de su zona de confort y seguir creciendo como actriz. Su proyecto más reciente ha sido la telenovela Corona de lágrimas, en la que interpreta a una madre soltera que lucha por criar a sus hijos, un papel que le permite conectar nuevamente con el público que tanto la admira.

A sus 62 años, Victoria Ruffo sigue siendo una de las actrices más queridas y admiradas de la televisión latinoamericana. Su dedicación al arte y su compromiso con su familia han sido constantes a lo largo de su vida. A pesar de los rumores y de las dificultades, Victoria continúa cautivando al público con su talento y autenticidad, demostrando que el éxito no solo se mide en logros profesionales, sino también en la capacidad de superar los obstáculos de la vida con dignidad y fortaleza.