Los Polivoces, formados por los talentosos Eduardo Manzano y Enrique Cuenca, fueron uno de los dúos más icónicos de la comedia mexicana. Durante las décadas de los 60 y 70, sus personajes y sketches, como Los Traviesos, los Hermanos Lelo y Don Teofilito, se convirtieron en un referente del humor en México, siendo una piedra angular de la televisión mexicana. Sin embargo, detrás de la fama y el éxito, las tensiones internas, las diferencias creativas y las ambiciones personales fueron desgastando la relación entre ambos. A pesar de haber sido un equipo tan exitoso, la separación de los Polivoces sorprendió al público y dejó preguntas sobre las razones que motivaron su ruptura. Ahora, después de muchos años, Eduardo Manzano finalmente ha hablado sobre la verdad detrás de la separación, revelando detalles que nunca antes se habían conocido.

Desde sus inicios, tanto Eduardo Manzano como Enrique Cuenca forjaron caminos únicos que los llevaron al éxito. Eduardo nació en 1938 en el barrio Guerrero de la Ciudad de México, y desde temprana edad mostró una afinidad natural por la actuación. Influenciado por su madre, quien le inculcó el amor por el canto, Eduardo se destacó rápidamente en el mundo del entretenimiento. Comenzó en programas como Tiempos y contrastes y Farmacia de Televicuento, donde perfeccionó su sentido del humor y su capacidad para conectar con el público. Por su parte, Enrique Cuenca, nacido en 1940, también mostró su talento a una edad temprana, destacándose por sus imitaciones y su capacidad para hacer reír a quienes lo rodeaban. Su carrera en la comedia comenzó con actuaciones en concursos como La hora del imitador, donde demostró su habilidad para la imitación y ganó popularidad.

En 1959, el destino reunió a Eduardo Manzano y Enrique Cuenca en el programa La hora del imitador, donde ambos empataron en el primer lugar. Este fue el inicio de una colaboración que, a lo largo de los años, transformaría la comedia mexicana. Juntos crearon sketches memorables y personajes icónicos que cautivaron a la audiencia mexicana. Su trabajo en televisión y en el escenario llevó a Los Polivoces a convertirse en uno de los dúos más exitosos de la historia de la comedia en México, con más de 60 giras internacionales, 12 discos y 18 películas.

Sin embargo, a medida que su carrera despegaba, las tensiones entre Eduardo y Enrique comenzaron a crecer. En sus primeros años, ambos compartían una visión creativa similar, pero a lo largo del tiempo, comenzaron a surgir diferencias en cuanto a los aspectos financieros y creativos del proyecto. Eduardo Manzano defendió que, como creador del nombre y los personajes, merecía una mayor participación en los ingresos. Esto llevó a una división de 65% para él y 35% para Enrique, lo que generó tensiones que finalmente llevaron a la ruptura del dúo en 1976. Aunque los rumores de que las diferencias personales, como las tensiones entre sus esposas, habían influido en la separación nunca fueron confirmados, lo que sí es claro es que las diferencias sobre el manejo financiero y creativo del proyecto fueron determinantes.

Después de la disolución de Los Polivoces, tanto Eduardo como Enrique continuaron sus carreras por separado, pero sus caminos tomaron direcciones distintas. Eduardo Manzano logró consolidarse como un actor y comediante independiente, participando en exitosos proyectos como Una familia de 10 y Hazme reír y serás millonario. Por su parte, Enrique Cuenca también continuó trabajando en televisión, aunque sus proyectos no lograron el mismo impacto que Los Polivoces. Durante este período, Enrique enfrentó problemas de salud, lo que eventualmente lo llevó a una muerte prematura en el año 2000.

La separación de Los Polivoces fue un momento doloroso para muchos de sus seguidores, quienes lamentaron la disolución de un dúo tan querido. A pesar de la ruptura, el legado de Los Polivoces perdura. Los personajes y sketches creados por Eduardo y Enrique siguen siendo una referencia en la comedia mexicana, y su influencia continúa siendo evidente en las nuevas generaciones de comediantes. Eduardo, por su parte, ha mantenido viva la memoria de Los Polivoces a través de sus presentaciones y homenajes, demostrando que, aunque el dúo se haya separado, su legado sigue siendo parte importante de la cultura mexicana.

La separación de Los Polivoces no solo fue un desafío profesional, sino también una prueba personal para ambos. La ruptura de su asociación marcó un punto de inflexión en sus vidas y carreras, pero tanto Eduardo Manzano como Enrique Cuenca continuaron adelante, cada uno con sus propios logros y desafíos. A pesar de los altibajos, el legado de Los Polivoces sigue siendo una parte fundamental de la historia de la comedia mexicana. El trabajo que hicieron juntos sigue siendo recordado con cariño y admiración por todos los que crecieron viendo sus espectáculos. La separación de los Polivoces fue un momento complejo, pero su legado perdura, demostrando que a veces las mejores colaboraciones nacen de las circunstancias más inesperadas.