La familia Rivera, conocida tanto por su legado musical como por los continuos conflictos legales, enfrenta nuevamente una situación tensa y llena de polémica. La última controversia gira en torno a las demandas presentadas por los hijos de Jenni Rivera, quienes buscan obtener derechos sobre las regalías y el uso de la imagen de su madre, fallecida en 2012. Sin embargo, Don Pedro Rivera, el patriarca de la familia y abuelo de Chiquis Rivera, ha ganado recientemente una de estas disputas judiciales, intensificando las divisiones en la familia.

El fallo judicial, en el que la corte desestimó varios de los cargos presentados por los hijos de Jenni, fue una victoria parcial para Don Pedro y su compañía, Cintas Acuario. No obstante, el tribunal aún debe realizar una auditoría sobre las regalías de la música de Jenni para determinar el destino de ciertos beneficios. Pedro Rivera ha reaccionado con satisfacción y orgullo, describiendo a los hijos de Jenni como “chamacos” en una transmisión en redes sociales, lo cual ha generado una reacción mixta entre los seguidores de la familia.

Uno de los personajes que no tardó en reaccionar fue Emilio Sánchez, el esposo actual de Chiquis Rivera y un reconocido fotógrafo. Emilio ha alzado la voz públicamente en defensa de su esposa, dejando claro que no permitirá más comentarios despectivos hacia ella. En un momento crucial para la familia, Emilio destacó que Chiquis cuenta con su apoyo incondicional y expresó su preocupación por la forma en que Don Pedro maneja el legado de Jenni, insinuando que aún hay muchos asuntos pendientes y que es prematuro celebrar una victoria definitiva.

A su vez, Lorenzo Méndez, exesposo de Chiquis, también ha salido en defensa de ella. A pesar de su separación, Lorenzo no ha ocultado su desaprobación hacia Don Pedro, calificando de desafortunada su actitud tras el juicio. Según Lorenzo, el comportamiento de Don Pedro es irrespetuoso, considerando que el proceso aún no ha terminado y que faltan elementos clave por resolver.

Este conflicto es solo el más reciente en una larga serie de disputas dentro de la dinastía Rivera, donde las tensiones se han intensificado desde la muerte de Jenni Rivera. La familia, a pesar de su éxito en el ámbito musical y televisivo, parece marcada por una constante división en torno a la herencia de Jenni, una figura querida y recordada por sus seguidores. La disputa actual, en la que Don Pedro busca consolidar su control sobre las grabaciones y la imagen de Jenni, pone en evidencia las fracturas que han dividido a los Rivera.

La situación plantea interrogantes sobre cómo estos conflictos afectarán la percepción pública del legado de Jenni Rivera. Aunque muchos fans sostienen que la carrera y contribución de Jenni a la música regional mexicana son intocables, los constantes embrollos legales y enfrentamientos familiares han comenzado a arrojar una sombra sobre la familia. La polarización entre los seguidores también es evidente, ya que algunos apoyan a Don Pedro, mientras otros consideran que las regalías y derechos sobre la imagen de Jenni deberían ir directamente a sus hijos.

Por ahora, el futuro de la disputa está en manos de la justicia, y el camino hacia una reconciliación parece difícil. La actitud de Emilio Sánchez, quien se muestra firme en su postura de apoyo a Chiquis, refleja el deseo de algunos miembros de la familia de proteger el legado de Jenni y de asegurar que los beneficios de su trabajo lleguen a quienes ella dejó atrás. Sin embargo, la postura inflexible de Don Pedro, combinada con la intervención de figuras como Lorenzo Méndez, sugiere que las tensiones continuarán.

El destino de la familia Rivera sigue siendo incierto, y la posibilidad de una solución pacífica parece lejana. Lo que sí es seguro es que, mientras las disputas persistan, los Rivera seguirán en el ojo del huracán mediático.