Raúl de Molina, el conocido presentador cubano y uno de los talentos mejor pagados de Univisión, ha sido el rostro de “El Gordo y La Flaca” durante más de 25 años. En una reciente entrevista con Alejandro Chabán, De Molina compartió abiertamente los retos financieros que enfrenta actualmente, pese a su larga y exitosa carrera. Según reveló, sus dificultades económicas no se deben a gastos personales extravagantes, sino a una razón muy especial que él considera un orgullo y que ha priorizado por encima de su retiro.


Durante la entrevista, De Molina explicó que, aunque disfruta su trabajo, su situación financiera se ha visto afectada en gran parte por la educación de su hija Mía. Ella cursó sus estudios universitarios en Washington, una experiencia que implicó un costo significativo. Raúl confesó que destinó casi un millón de dólares para cubrir la matrícula, vivienda, y otros gastos de Mía en la capital estadounidense, un sacrificio que él asumió gustoso para que su hija tuviera una educación de alto nivel.

Pese a su salario en Univisión, el popular ‘Gordo’ admitió que actualmente no cuenta con la solvencia suficiente para retirarse y mantener el estilo de vida al que está acostumbrado, ya que gran parte de sus ahorros fue destinada a la formación académica de Mía. Además, mencionó que, aunque ella ya ha comenzado a trabajar, todavía depende económicamente de él en algunos aspectos, algo que asume por amor y compromiso, aunque preferiría no tener esa responsabilidad a sus 65 años.

De Molina también habló sobre sus planes a futuro, destacando que no descarta la posibilidad de dedicarse a otros proyectos cuando termine su etapa en “El Gordo y La Flaca”. Entre sus ideas, contempla la posibilidad de crear un programa de viajes o de gastronomía, temas que le apasionan, aunque reconoce que existen muchos programas de ese tipo. Con una actitud positiva, el presentador expresó que, aunque piensa en el retiro, todavía disfruta de su trabajo y que aún tiene el entusiasmo para reinventarse.