Raúl Velasco sigue siendo una de las figuras más emblemáticas de la televisión mexicana, reconocido por su programa “Siempre en domingo”, que dominó la escena televisiva durante casi tres décadas. Su legado perdura, incluso años después de su muerte, y su influencia sigue siendo evidente en la cultura mexicana y la música latina. Sin embargo, a pesar de su éxito y popularidad, la vida de Velasco estuvo marcada por momentos difíciles y secretos que no se conocían hasta después de su fallecimiento.

Raúl Velasco nació el 24 de abril de 1933 en Celaya, Guanajuato, México, en una familia humilde. Desde joven, enfrentó dificultades, pero su resiliencia lo llevó a comenzar una carrera en los medios de comunicación. Durante su juventud, trabajó en diversos oficios, desde ser ordeñador de vacas hasta conductor, mientras desarrollaba su amor por el periodismo. Su primera incursión en los medios fue como editor deportivo, pero su verdadero despegue llegó cuando se trasladó a la Ciudad de México y comenzó a colaborar en varios periódicos importantes, donde ganó notoriedad.

En 1969, Raúl Velasco recibió la oportunidad de presentar un programa que cambiaría su vida: “Siempre en domingo”. Este programa musical, que se transmitía en vivo, se convirtió rápidamente en el favorito de los mexicanos. En él, Velasco presentó a muchos de los artistas más importantes de la música latina, y su programa se convirtió en la plataforma esencial para el lanzamiento de nuevos talentos. Artistas como Vicente Fernández, Juan Gabriel, Luis Miguel, Thalía y Lucero, entre otros, pasaron por las manos de Velasco, quien los catapultó a la fama. Su frase más famosa, “Sí hay más”, se convirtió en un lema de esperanza y perseverancia, reflejando su visión positiva ante las adversidades.

Aunque el éxito de “Siempre en domingo” fue indiscutible, la vida personal de Velasco no estuvo exenta de controversias. Su relación con los artistas a menudo era directa y sin rodeos, lo que generaba tanto admiración como incomodidad. En varias ocasiones, se le vio involucrado en conflictos con artistas de renombre. Por ejemplo, la joven cantante Shakira experimentó una interacción incómoda con Velasco cuando, en su debut en el programa, el presentador la recibió con un abrazo excesivo, lo que dejó a la cantante colombiana incómoda. A pesar de esto, Velasco siempre mantuvo una presencia imponente en la televisión y fue considerado una autoridad en el entretenimiento.

En cuanto a su vida personal, Velasco estuvo casado dos veces. Su primer matrimonio fue con Hortensia Ruiz, con quien tuvo tres hijos. Más tarde, se casó con Dorle, su segunda esposa, con quien estuvo hasta su fallecimiento. Durante su matrimonio con Dorle, Raúl Velasco vivió algunos momentos de humor y complicidad, como se reveló en una anécdota que compartió su esposa, en la que él fue “enviado a dormir en la bañera” por su comportamiento, algo que ambos recordaron con risas.

Raúl Velasco también fue una figura clave en la política de la televisión mexicana, y su influencia no pasó desapercibida. Su trabajo en “Siempre en domingo” lo convirtió en una de las personalidades más poderosas de los medios en México, lo que llevó a que fuera objeto de vigilancia por parte de agencias de seguridad estatal. Se descubrió que las autoridades mexicanas lo mantenían bajo monitoreo, ya que su capacidad de influir en el público y en el rumbo de las carreras artísticas era considerada un riesgo para la estabilidad del gobierno.

La salud de Velasco comenzó a deteriorarse en la década de 1990, cuando fue diagnosticado con hepatitis C, lo que le llevó a la necesidad de un trasplante de hígado en 1998. Después de este procedimiento, enfrentó complicaciones de salud que afectaron su vida profesional y personal. A pesar de estos desafíos, continuó trabajando en su programa hasta que finalmente fue cancelado en 1998 debido a disputas internas con la administración de Televisa.

Raúl Velasco falleció el 26 de noviembre de 2006 en su hogar en Acapulco, Guerrero, a los 73 años. Su muerte fue una gran pérdida para la televisión mexicana, y la noticia conmovió a sus seguidores. En su funeral, amigos, familiares y colegas del mundo del entretenimiento rindieron homenaje a su legado. Entre los dolientes se encontraba el actor Andrés García, quien recordó a Velasco como una figura importante en su vida.

En los años posteriores a su fallecimiento, su viuda Dorle Velasco ha compartido con el público anécdotas y recuerdos de su vida juntos, lo que ha permitido a los seguidores de Velasco conocer más sobre su personalidad fuera de los reflectores. A pesar de las dificultades que enfrentó en su vida personal y profesional, Raúl Velasco sigue siendo recordado como una figura fundamental en la historia de la televisión mexicana. Su legado en la música, el entretenimiento y la cultura popular perdura, y su influencia continúa siendo una inspiración para generaciones futuras.