Don Pedro Rivera, el patriarca de la familia Rivera, ha manifestado su descontento y engaño hacia sus nietos, hijos de la fallecida Jenni Rivera, a raíz de una demanda que han interpuesto contra él.

Este acontecimiento ha captado la atención mediática, revelando la compleja dinámica familiar y las tensiones que pueden surgir tras la pérdida de un ser querido.

Don Pedro siente que sus nietos, al llevar a cabo esta acción legal, han accionado de manera desleal, traicionando los valores familiares que siempre han defendido.

La demanda de los hijos de Jenni busca la restitución de ciertos derechos sobre el legado de su madre, lo que ha ocasionado un conflicto generacional dentro de la familia.

Don Pedro considera que esta acción no solo es un ataque personal hacia él, sino que también amenaza la cohesión familiar.

Su mensaje es claro: los lazos familiares son más valiosos que cualquier disputa legal o interés monetario, y se siente herido por la falta de comunicación y entendimiento entre ellos.

A pesar de su tristeza, Don Pedro asegura que no guarda rencor hacia sus nietos. Sin embargo, no puede evitar manifestar que, desde su punto de vista, ellos están actuando “sin corazón”.

Esta expresión resuena profundamente, reflejando su dolor al ver a su familia fragmentada en un momento tan delicado.

La situación se complica aún más por el impacto emocional que la muerte de Jenni ha tenido en todos sus miembros.

En sus declaraciones, Don Pedro también destaca la importancia de recordar los momentos felices y los valores que su hija representaba.