Allisson Lozz, la reconocida ex actriz de «Al diablo con los guapos», ha decidido abrir un capítulo revelador sobre su experiencia en la industria televisiva, específicamente en Televisa.
Contrario a la percepción común de que los actores viven una vida lujosa y están bien remunerados, Lozz ha compartido la realidad económica que enfrentaba durante su carrera.
En el 2010, sorprendió al anunciar su retiro de la actuación para dedicarse a su fe religiosa. Ahora, a través de sus redes sociales.
Ha compartido detalles sobre la precaria situación financiera que ella y muchos de sus colegas vivían mientras trabajaban en la televisora mexicana.
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La actriz ha desmentido la idea de opulencia al revelar que tanto ella como su familia enfrentaban dificultades económicas significativas.
A pesar de su participación en exitosas telenovelas, pagaban renta y vivían una realidad muy distinta a la que se percibe desde afuera.
En sus declaraciones, Allisson Lozz destaca que la vida lujosa que se asocia con los artistas de televisión era una fachada, y el dinero que recibían se destinaba principalmente a cubrir gastos básicos.
Además, señala que solicitar un aumento era desalentado, ya que les decían que no eran indispensables.
La actriz confiesa que, en la última telenovela en la que participó, muchos de los actores juveniles, incluyéndola a ella, se encontraban en una situación económica difícil.
Algo que no podían expresar públicamente para no comprometer la imagen de éxito y glamour asociada a la farándula.
Lozz revela también que, debido a las extenuantes jornadas laborales, llegó a ver afectada su salud.
A sus 28 años, prefiere dejar atrás los recuerdos amargos de esa etapa de su vida, ahora desempeñándose como consultora de belleza y fotógrafa.
Su sinceridad arroja luz sobre la realidad financiera y las presiones detrás de la fachada de la fama en la televisión mexicana.