Meghan sonrió de manera traviesa mientras declaraba con audacia su próximo proyecto titulado “Reina de Inglaterra”, desafiando cualquier intento de intervención de Carlos y Guillermo: “No podrán detenernos”
El rey Carlos parece estar furioso ante lo que percibe como un intento de “toma de control” por parte del príncipe Harry y Meghan Markle.
El príncipe Guillermo lucha por manejar un escenario “pesadillesco” para el rey Carlos
En los últimos días, las tensiones dentro de la familia real británica parecen haber alcanzado su punto máximo, después de que el duque y la duquesa de Sussex realizaran una visita a Nigeria el mes pasado. La gira, que muchos interpretaron como un acto oficial, tuvo lugar como parte de los preparativos para los futuros Juegos Invictus, pero la forma en que fue recibida por el público nigeriano ha enfurecido al rey Carlos. Según el autor real Tom Quinn, el monarca está “más molesto que nunca”, debido a que Harry y Meghan fueron tratados casi como si fueran miembros oficiales de la familia real durante su estancia en Nigeria.
El incidente ha sido descrito como algo que ha “alterado completamente las expectativas” dentro de la familia real, ya que la pareja fue recibida con un entusiasmo propio de una visita real. “Lo que realmente ha desbaratado todo es que los nigerianos trataron a Meghan y Harry como si pensaran que esta era una gira oficial”, explicó Quinn a The Mirror. A lo largo de su visita, Harry y Meghan fueron recibidos con bailes, recepciones formales y visitas a escuelas y organizaciones benéficas, lo que para muchos fue una clara señal de que el pueblo de Nigeria los veía como miembros de la realeza. Este trato no solo desbordó las expectativas, sino que también ha profundizado la sensación de que Harry y Meghan no están dispuestos a dejar atrás su rol en la vida pública como “trabajadores reales”.
El príncipe Guillermo, hermano de Harry, también ha expresado su enojo por el evento, ya que esta gira “confirmó los peores temores” tanto para él como para su padre, el rey Carlos. Para ellos, este tipo de gestos y el hecho de que la pareja se haya comportado como si aún estuviera activa en su rol real representa un desafío directo a la autoridad y la estructura de la familia real. La visita a Nigeria ha reforzado la sensación de que Harry y Meghan están desafiando abiertamente las reglas no oficiales de la familia real, lo que ha generado una creciente frustración entre los miembros de la familia, especialmente entre Guillermo y Carlos.
Lo que más molesta al rey Carlos es la imagen que Harry y Meghan han proyectado, ya que parece que la pareja se está moviendo hacia una línea completamente independiente, operando fuera del ámbito oficial de la familia real. “Es como si Harry y Meghan se hubieran descontrolado. Su viaje a Nigeria es una declaración audaz de que se niegan a aceptar que ya no son miembros activos de la familia real”, agregó Quinn. Esta actitud desafiante de los Sussex ha planteado un dilema para la familia real británica, que está luchando por mantener el control sobre la narrativa y la imagen pública de los miembros de la realeza, especialmente después de que Harry y Meghan se distanciaran de sus funciones oficiales hace algunos años.
La situación ha dejado a Guillermo y Carlos con una sensación de incertidumbre y preocupación. Ambos parecen estar luchando por encontrar una forma de manejar lo que algunos consideran una “pesadilla” mediática y pública. “Guillermo y Carlos están rascándose la cabeza y pensando: ‘¿Cómo vamos a manejar esta pesadilla?'”, explicó Quinn. El hecho de que Harry y Meghan continúen tomando decisiones públicas que parecen desafiar las expectativas tradicionales de la familia real ha generado un debate interno sobre cómo deben responder a la situación y cómo pueden manejar el impacto que estos actos tienen en la imagen de la monarquía.
En resumen, el viaje de los duques de Sussex a Nigeria ha generado una serie de tensiones dentro de la familia real británica, y parece que los miembros más cercanos a la monarquía, como el rey Carlos y el príncipe Guillermo, se sienten cada vez más incómodos con las acciones y decisiones de Harry y Meghan. Aunque los Sussex continúan viviendo su vida fuera de las funciones oficiales de la realeza, sus apariciones públicas siguen siendo un tema sensible para la monarquía. A medida que las tensiones continúan, se plantea la pregunta de si la familia real podrá encontrar una manera de abordar esta nueva fase de la vida de los Sussex sin que se convierta en un desafío mayor para la estructura de la monarquía británica.