La Invasión Táctica a Jalisco: ¿El Principio del Fin para el CJNG?
Si creías que las series de narcos eran exageraciones, la realidad mexicana te golpea con una fuerza inusitada. Omar García Harfuch, el jefe de la policía de la Ciudad de México, ha orquestado una operación sin precedentes contra el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), un despliegue que parece sacado de una película de acción: 45 camionetas blindadas, drones de última generación, helicópteros de combate y unidades especiales de la Marina y el ejército convergiendo en el bastión de Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”.
Este no es un simple operativo, sino una declaración de guerra. El tiempo de los pactos y las treguas parece haber terminado. La pregunta ahora no es si Harfuch logrará golpear al cartel, sino cuán devastador será el golpe. Y claro, el CJNG no es un grupo de aficionados. Su poderío bélico rivaliza con el de pequeños ejércitos, y su estructura operativa está diseñada para resistir embestidas de este calibre. Pero, ¿qué provocó este punto de inflexión? ¿Por qué ahora? Y, lo más importante, ¿qué significa este movimiento para el futuro del narcotráfico en México?
El Ascenso Meteórico del CJNG y el Hombre que Decidió Ponerle Freno
Durante años, el CJNG ha operado con una impunidad casi total, expandiéndose como una plaga por el territorio mexicano. Desde su nacimiento, el cartel ha sido sinónimo de brutalidad extrema y tácticas militares avanzadas. No se trata de un grupo de pistoleros improvisados, sino de un ejército bien entrenado y financiado que ha mantenido a raya tanto a sus rivales como a las propias autoridades. Sin embargo, la situación ha cambiado con la llegada de Omar García Harfuch, un funcionario con un historial de combate contra los carteles que lo ha convertido en el terror de muchas organizaciones criminales. Esta vez, su objetivo es “El Mencho”, el capo más buscado de México.
El despliegue militar fue impresionante. 45 camionetas blindadas equipadas con torretas automáticas y capaces de resistir impactos de alto calibre avanzaron por distintos frentes, cercando estratégicamente la zona. Helicópteros Black Hawk patrullaban el cielo proporcionando apoyo visual y táctico en tiempo real, mientras que drones militares de última tecnología transmitían imágenes directamente a los mandos operativos. El CJNG se enfrentó a una maquinaria de guerra diseñada para cazar y destruir, pero esta vez, la diferencia radicó en la precisión quirúrgica de la operación, ejecutada con un sistema de comunicación encriptado que eliminó el margen de error.
Objetivos Claros: Desmantelando el Imperio del Mencho Desde sus Cimientos
El plan de Harfuch tenía objetivos claros y contundentes: capturar o eliminar a líderes clave del CJNG, desmantelar laboratorios de producción de drogas sintéticas, confiscar arsenales de armas de alto calibre. Las fuerzas federales intensificaron con precisión matemática los allanamientos de casas de seguridad, escondites y rutas de escape. No era un golpe a ciegas, sino un ataque quirúrgico directo al corazón del CJNG.
Este operativo no solo buscaba la captura de individuos o la incautación de bienes. Se trataba de un golpe estructural, un intento de desmantelar las bases operativas y debilitar el imperio del Mencho desde sus cimientos. Al atacar los laboratorios de producción de drogas sintéticas, se buscaba cortar la principal fuente de financiamiento del cartel. Al confiscar arsenales de armas, se impedía que el CJNG pudiera seguir operando con la misma capacidad bélica. Y al capturar o eliminar a líderes clave, se interrumpía la cadena de mando y se desestabilizaba la estructura operativa del cartel.
La Reacción Feroz del CJNG: Bloqueos, Emboscadas y una Guerra sin Cuartel
El CJNG no tardó en reaccionar. Bloqueos en varias partes del estado, camionetas incendiadas, ráfagas de ametralladoras en calles principales y reportes de enfrentamientos en puntos clave demostraron que el cartel estaba dispuesto a pelear con todo para evitar el éxito del operativo. Las ciudades y carreteras se convirtieron en un campo de batalla, pero Harfuch había previsto esto. El despliegue de unidades de asalto de élite y francotiradores estratégicamente posicionados neutralizó los intentos de emboscada antes de que pudieran causar daños significativos. El resultado: células del CJNG diezmadas y varios de sus sicarios abatidos o capturados.
La respuesta del CJNG no solo fue una muestra de su poderío, sino también una confirmación de su capacidad de adaptación y resiliencia. Los bloqueos, aunque neutralizados, demostraron su habilidad para movilizar recursos y coordinar acciones en múltiples puntos del estado. Los enfrentamientos, aunque costosos, evidenciaron su disposición a luchar hasta el final para defender su territorio y sus intereses. Y el uso de drones explosivos, aunque frustrado, reveló su acceso a tecnología avanzada y su capacidad para innovar en el campo de batalla.
El Enigma del Mencho: ¿Escapó o se Escondió? Y ¿Qué Significa su Ausencia?
Y entonces, la pregunta crucial: ¿dónde está “El Mencho”? Como si hubiera presentido la tormenta, desapareció antes de que los convoyes tocaran su puerta. No es la primera vez que lo hace. En operativos anteriores, el líder del CJNG ha demostrado ser un maestro del escape, utilizando su red de informantes para anticipar movimientos del gobierno y desaparecer en cuestión de minutos. Algunos aseguran que se refugió en la sierra, aprovechando la complicada geografía del lugar para dificultar su rastreo. Otros dicen que huyó a otro estado, confiando en su red de protección y en la corrupción de algunos mandos locales para evitar ser encontrado. Lo único claro es que, por primera vez en mucho tiempo, “El Mencho” está contra las cuerdas.
La ausencia del Mencho plantea interrogantes sobre el futuro del CJNG. Sin su liderazgo, ¿podrá el cartel mantener su cohesión y su capacidad operativa? ¿O se desatará una lucha interna por el poder, que lo debilite aún más? La respuesta a estas preguntas dependerá de la capacidad del Mencho para mantener el control desde la distancia, de la lealtad de sus lugartenientes y de la capacidad de sus rivales para aprovechar su debilidad.
La Nueva Estrategia: Acorralar Hasta la Rendición y el Futuro Incierto del CJNG
El mensaje de Harfuch y las fuerzas federales es claro: esto no es un simple operativo, es una cacería. A diferencia de otras ofensivas, la estrategia es de desgaste absoluto. El plan es simple: seguir golpeando sin dar respiro, eliminar cualquier vía de financiamiento, cortar las comunicaciones y reducir el margen de escape. A estas alturas, “El Mencho” no solo está huyendo, sino que está perdiendo el control sobre su propio territorio. Lo que antes parecía imposible ahora se siente inevitable: el CJNG está en declive.
La gran pregunta ahora no es si caerá, sino cuándo. Porque si creen que los del CJNG se iban a quedar de brazos cruzados viendo cómo les desmantelan el negocio, piensen otra vez. Esto no era un simple operativo, era una guerra abierta. Y lo que viene a continuación será decisivo para el futuro del narcotráfico en México.