!EXCLUSIVO, Imágenes filtradas de Nassón Joaquín tocando a sus fieles en partes íntim4s… Ver más

La Siniestra Luz del Mundo: Un Siglo de Abusos Amparados por la Fe

Eusebio Joaquín González

La historia de La Luz del Mundo es un relato escalofriante que nos obliga a confrontar la oscura realidad de la manipulación religiosa y la impunidad. Desde sus inicios en 1926 en Guadalajara, Jalisco, esta congregación ha tejido una red de poder y control que ha permitido la perpetuación de abusos sexuales y financieros durante generaciones. El fundador, Eusebio Joaquín González, autoproclamado “Aarón” por designio divino, sentó las bases de un sistema donde la fe ciega se convertía en la herramienta perfecta para silenciar a las víctimas y enriquecer a los líderes.

El Legado de la Hermosa Provincia: Un Feudo de Impunidad

Naasón Joaquín García

La donación de 14 hectáreas por parte del gobernador de Jalisco en 1953 para la construcción de la “Hermosa Provincia” no solo revela la sospechosa relación entre la congregación y el poder político, sino que también evoca el siniestro eco de otros cultos como el de David Koresh en Waco, Texas. ¿Qué tipo de acuerdo secreto se tejió entre el gobernador y Eusebio Joaquín González? ¿Qué precio se pagó por esas tierras que deberían haber sido destinadas al beneficio público? La construcción de este enclave, que funcionaba como una pequeña ciudad autónoma, permitió a los líderes de La Luz del Mundo aislar a sus seguidores del mundo exterior y ejercer un control absoluto sobre sus vidas.

Este aislamiento, sumado a la promesa de una conexión directa con la divinidad, creó un caldo de cultivo perfecto para la manipulación. La dinámica de “pueblo chico, infierno grande” amplificó el poder de los líderes y dificultó la denuncia de los abusos. La promesa de una vida mejor, de acceso a la divinidad, se convirtió en una trampa para miles de personas que entregaron sus bienes, sus familias y hasta sus propios cuerpos a la “familia real”.

La Dinastía del Abuso: De Aarón a Naasón

Samuel Joaquín Flores

La sucesión dinástica del poder, de Eusebio Joaquín González a su hijo Samuel y posteriormente a su nieto Naasón, demuestra que el abuso estaba intrínsecamente ligado a la estructura misma de La Luz del Mundo. Cada generación perfeccionó los métodos de control y manipulación, utilizando la religión como un escudo protector contra la justicia. El caso de Moisés, el joven que denunció a Samuel por violación en los años 90, es un ejemplo desgarrador de cómo la congregación, con el apoyo del gobierno y de las propias familias de las víctimas, silenciaba las voces disidentes. El acusador se convirtió en el acusado, su reputación destruida, su vida destrozada. La impunidad reinaba.

Las Incondicionales: El Harén Sagrado del Apóstol

Naasón Joaquín García

La creación del grupo de “Las Incondicionales”, jóvenes obligadas por sus padres a entregar su tutela a Samuel, es un ejemplo escalofriante de la perversión que se ocultaba tras la fachada de pureza y devoción. Estas jóvenes, convertidas en concubinas del “apóstol”, eran ofrendadas en nombre de Dios, su sexualidad explotada bajo el manto de la divinidad. La prueba de la sábana manchada de sangre, una práctica medieval y aberrante, es un símbolo del control absoluto que Samuel ejercía sobre sus víctimas. Este ritual, que pretendía demostrar la “pureza” de las niñas, no solo era una muestra de ignorancia médica, sino una forma de humillación y control.

La ironía es aún más cruel cuando se considera que la supuesta virginidad de estas niñas era “entregada” a un hombre que las explotaba sexualmente desde los 14 años. Este detalle, por sí solo, debería haber sido suficiente para despertar la indignación y la acción de las autoridades. Sin embargo, la impunidad prevaleció, amparada por la fe ciega de los seguidores y la complicidad del poder.

El Palacio de Bellas Artes: Un Escenario para la Indignación

Eusebio Joaquín González

La celebración del centenario de La Luz del Mundo en el Palacio de Bellas Artes, un símbolo cultural de México, es una bofetada a las víctimas y una muestra descarada de la influencia que la congregación ejercía sobre el gobierno de la Ciudad de México. ¿Cuánto costó este “honor”? ¿Qué favores se intercambiaron a cambio de este privilegio? La imagen de Naasón, rodeado de sus seguidores, celebrando un siglo de abusos en uno de los recintos culturales más importantes del país, es una imagen que debería permanecer grabada en nuestra memoria como un recordatorio de la lucha constante contra la impunidad.

Samuel Joaquín Flores

La sentencia de Naasón, reducida a 11 años y 8 meses por “buena conducta”, es una burla a la justicia y un insulto a las víctimas. El juez Ronald Cohen, entre lágrimas, reconoció su impotencia ante un sistema que protegía al abusador. Este caso, al igual que el de la pequeña Fátima, nos obliga a exigir un cambio profundo en nuestro sistema judicial. Debemos exigir leyes que protejan a las víctimas, no a los victimarios. Debemos exigir un sistema que escuche las voces de los que sufren, no las de los que abusan del poder.

La historia de La Luz del Mundo es una historia de horror, pero también es una llamada a la acción. Debemos romper el silencio, exigir justicia y trabajar para construir un mundo donde la fe no sea un escudo para la impunidad.

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