La decisión de Kate Middleton de ir a Balmoral en Escocia para estar con otros miembros de la familia real nos dice lo bien que se siente, dijo un experto.

La biógrafa de la familia real, Angela Levin, apareció en GB News para discutir el movimiento.

 

Hablando con Nana Akua, la Sra. Levin dijo que era un “gran paso” por parte de Kate, según informa Birmingham Live. Dijo que la decisión de dejar Inglaterra y dirigirse a Escocia ilustraba lo cómoda que se sentía allí mientras continuaba su recuperación del cáncer.

Kate confirmó en marzo que estaba recibiendo tratamiento contra el cáncer. Se sometió a una cirugía abdominal en enero y, poco después, se descubrió la presencia de cáncer.

“Va a Escocia para estar con la familia”, dijo la Sra. Levin. “Este es un gran paso. No solo porque obviamente todavía no está bien, sino que muestra que se siente muy cómoda con la familia real. Está muy contenta con el Rey y la Reina, y sabe que entenderán si necesita descansar.

“Puede decir lo que quiera y sentirse arropada. Creo que es maravilloso que pueda hacer eso. Los niños también estarán encantados.” Una fuente le dijo a The Daily Beast sobre la Princesa de Gales: “Kate ha sido excepcionalmente abierta y honesta sobre su salud.

 

“Hacer dos apariciones antes del receso de verano, en Wimbledon y Trooping the Colour, fue una señal clara de que está mejorando. Eso es lo que estamos escuchando en privado también: no ha terminado, pero hay mucho optimismo, mucha positividad.”

“Obviamente, todavía es un momento increíblemente preocupante, pero todos los signos indican que su tratamiento contra el cáncer, que sigue en curso, está progresando bien.” El mes pasado, la Princesa de Gales hizo su segunda aparición pública desde que anunció su diagnóstico de cáncer, asistiendo a la final masculina de Wimbledon.

Catherine, quien es la patrona del All England Lawn Tennis and Croquet Club, presentó el trofeo de individuales masculinos a Carlos Alcaraz, quien venció a Novak Djokovic en sets seguidos. La princesa asistió a la final con su hija, la Princesa Charlotte, y su hermana, Pippa Matthews.

Antes de entregarle el trofeo a Alcaraz, Catherine habló con los recogepelotas que se alineaban a su alrededor y estrechó la mano de Djokovic.