La familia real no ha sido ajena al drama y la controversia en los últimos años, y la última bomba seguramente enviará ondas de choque a través del palacio y del mundo. Meghan Markle, la duquesa de Sussex, está supuestamente furiosa de celos después de enterarse de que su sobrino político, el príncipe George, ha recibido un nuevo título real que conlleva un extraordinario nivel de prestigio y poder.
Se informa que Meghan Markle está indignada después de que al príncipe George se le otorgara un título prestigioso, el cual ella ve como favoritismo hacia los Cambridge. Este desarrollo ha causado un malestar significativo dentro de la familia real, y Markle está considerando opciones legales para impugnar la decisión. Los expertos creen que su reacción podría ser una exageración ante lo que es esencialmente un título simbólico.
El nuevo título ceremonial del príncipe George, “Gobernante Supremo de los Reinos de la Commonwealth”, mejora su papel en la sucesión real, pero no le confiere poder político real. La respuesta de Meghan parece estar arraigada en sus preocupaciones sobre la posición de ella y Harry dentro de la familia real. El Palacio de Buckingham ha declinado hacer comentarios, citando la necesidad de privacidad para el joven príncipe. Los expertos reales sugieren que la fuerte reacción de Markle puede ser desproporcionada dado el carácter simbólico del título.
La historiadora real Penelope Fitz William señala que este cambio de título es simbólico y no altera la posición de Meghan y Harry. Fuentes cercanas a Meghan revelan que está explorando vías legales para desafiar la decisión, viéndola como un ataque directo hacia ella y su esposo. La tensión entre los Sussex y la familia real podría intensificarse como resultado, añadiendo más drama a las dinámicas familiares en curso.