El mayordomo de la princesa Diana, Paul Burrell, ha añadido una nueva dimensión a las especulaciones sobre los acontecimientos previos al accidente fatal que cobró la vida de Diana y Dodi Al-Fayed. Según él, un video recientemente revelado parece confirmar algunas de las sospechas que han circulado desde hace años.

 

La grabación muestra a Diana y Dodi saliendo del Hotel Ritz en París apenas 30 minutos antes de la tragedia, pero la elección del recorrido del automóvil ha generado inquietudes persistentes. Aunque la casa de Dodi Al-Fayed estaba a solo cinco minutos del hotel, el chofer, Henri Paul, optó por una ruta más extensa y arriesgada, lo que ha sido motivo de debates sobre posibles intenciones subyacentes o negligencia.

 

El contexto de esa noche es esencial para entender estas dudas. Paul Burrell ha mencionado que Diana, como era habitual, estaba preocupada por la persecución de los paparazzi, y las circunstancias de su seguridad parecían menos claras de lo que deberían haber sido, especialmente considerando la notoriedad de la pareja. Además, las decisiones tomadas por el equipo de seguridad, como el retraso al salir del hotel y el uso de un Mercedes en lugar de un vehículo más seguro, han sido objeto de escrutinio y teorías conspirativas.

 

El hecho de que Henri Paul, el conductor, tuviera un nivel de alcohol en sangre por encima del límite legal francés solo ha complicado las preguntas. Sin embargo, algunos sugieren que su comportamiento en el hotel antes de conducir no mostraba signos evidentes de embriaguez, lo que genera más dudas sobre los eventos de esa noche.

Aunque las investigaciones oficiales han concluido que el accidente fue resultado de una combinación de factores, como el estado de embriaguez del conductor y la persecución de fotógrafos, personas cercanas a Diana siguen buscando respuestas. Burrell, quien trabajó estrechamente con la princesa, parece decidido a no dejar que estas preguntas queden sin resolver, manteniendo vivas las conversaciones sobre la posible negligencia o incluso la intervención premeditada en esa trágica noche de agosto de 1997.

 

Las opiniones en torno a estas teorías continúan dividiendo tanto a expertos como al público general, dejando abierta la pregunta de si algún día se revelará la verdad completa sobre lo que sucedió esa noche en el Pont de l’Alma en París