Después de semanas de especulación febril, Catherine, Princesa de Gales, reveló el 22 de marzo que había estado ausente de la vida pública, no porque tuviera problemas matrimoniales o por un mal corte de cabello, sino porque estaba siendo tratada por cáncer. Ella y su esposo, dijo, “se tomaron el tiempo para explicarles todo a George, Charlotte y Louis de una manera que fuera apropiada para ellos, y para asegurarles que voy a estar bien”. Incluso antes de su anuncio, sin embargo, muchos sobrevivientes de cáncer que también son padres ya habían adivinado la verdad. El silencio y las tácticas de demora eran familiares, porque ellos habían hecho lo mismo cuando recibieron su propio diagnóstico.

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“Cuando escuchas la palabra cáncer, piensas, ‘Oh, Dios mío, me voy a morir’”, dice Shambi Broome de Columbia, Carolina del Sur, quien fue diagnosticada a los 46 años con cáncer de colon después de una revisión rutinaria en 2022. “Y luego el siguiente pensamiento es, ‘Guau, ¿cómo le digo a mis hijos?’”. Broome, quien no conocía la extensión total de su cáncer hasta después de su operación, esperó hasta que le dijeron que necesitaría quimioterapia antes de mencionar la palabra cáncer a sus hijos, que en ese momento tenían 13 y 18 años. En lugar de eso, les dijo que le estaban quitando una parte del colon. “No quería decirles nada hasta que pudiera darles una historia completa”, dice. “No sabía para qué los estaría preparando y no quería asustarlos”.

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Ese también fue el caso de Fiona Williams, cuyos hijos, de 17, 8 y 6 años, tenían edades cercanas a los hijos de los Windsor cuando fue diagnosticada en 2021. No les mencionó nada sobre su cáncer de endometrio hasta después de su histerectomía, cuando le dijeron que los médicos no habían eliminado todo y que necesitaría otra operación más quimioterapia. “En ese momento pensé que tenía que decírselo a mis hijos ahora, porque me verían pasar por la quimioterapia”, dice Williams, ahora de 48 años. Trató de darle un giro lo más positivo posible a la noticia, ya que ya habían perdido a dos familiares por cáncer. “Por supuesto, los niños comenzaron a llorar de inmediato, ‘Oh, vas a morir, vas a morir’”, dice.

Williams, quien es escocesa, dice que siente una simpatía particular por Middleton, porque el anuncio le recordó su propio procedimiento médico. “Tan pronto como dijeron que ella estaba teniendo una ‘cirugía abdominal’, le dije a mi esposo: ‘Apuesto a que es algún tipo de cáncer’”, dice. Entendió la necesidad de ocultar la verdadera razón del retiro de Middleton. “Sabía que por eso lo mantenían en silencio. Ella no tenía que decirle públicamente a la gente. Creo que es una pena que se haya visto obligada a hacerlo”.

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Cathal Morrow lo manejó de manera algo diferente cuando fue diagnosticado en 2018. Como padre soltero que cuida a sus hijos a tiempo completo, el londinense sintió que necesitaba contarles a sus hijos, que en ese momento tenían 13 y 11 años, lo antes posible. Así que los sentó la noche después de que le dijeron que el extraño bulto en su ingle era linfoma de células T. “Les dije: ‘Miren, esta es la situación. Tengo cáncer. Es un gran hospital. No sabemos cómo va a resultar’”, dice Morrow, ahora de 58 años.