El matrimonio de la Princesa Diana y el Príncipe Carlos estuvo lleno de tristeza y controversia, pero no fue sin momentos felices.

 

Durante décadas, la complicada relación entre la Princesa Diana, el Príncipe Carlos y la Duquesa Camila ha sido el centro de atención de los medios de comunicación en todo el mundo. Diana y Carlos se casaron en 1981 cuando la Princesa tenía solo 19 años, después de menos de un año de noviazgo.

 

Tras 15 años de matrimonio, la pareja se divorció oficialmente en 1996. La razón de su ruptura fue la constante presencia de una tercera persona, Camila, el antiguo amor y ahora esposa del Príncipe.

La Princesa Diana era admirada por su belleza, elegancia y fuerte personalidad, pero tuvo que soportar un matrimonio lleno de lágrimas con el heredero al trono británico. La mayoría de la gente cree que Diana solo fue una “sustituta” de Camila y que en ese matrimonio, el amor solo vino de parte de Diana.

 

Sin embargo, recientemente, en una entrevista con Insider, Darren McGrady, el chef cercano que sirvió a la pareja durante muchos años, reveló una perspectiva completamente diferente sobre este matrimonio real.

El chef McGrady comentó que mucha gente tiene una visión equivocada de la relación, asumiendo que entre ellos solo había sufrimiento y frialdad. En realidad, el Príncipe Carlos y la Princesa Diana también compartieron momentos de amor como cualquier otra pareja.

 

“Aún recuerdo haberlos visto juntos en una fiesta. Carlos era el DJ, mientras que Diana lucía radiante en su traje de gala. Ella bailaba alegremente alrededor del Príncipe, y Carlos sonreía ampliamente, incluso riendo en voz alta”, recordó McGrady. “Si hubieras visto eso, jamás dirías que nunca se amaron. El amor es algo que no se puede ocultar”.

En un documental realizado por National Geographic, la Princesa Diana también confesó: “Amaba tanto a mi esposo que no podía apartar la vista de él”.

 

Lamentablemente, los momentos dulces entre Diana y Carlos no duraron mucho. Antes de que Diana quedara embarazada del Príncipe Harry en 1984, el matrimonio ya había comenzado a desmoronarse, al punto de que Diana ni siquiera le reveló el sexo del bebé a su esposo.

El Príncipe Carlos siempre había deseado una hija. Cuando nació el Príncipe Harry, se dice que Carlos exclamó: “¡Dios mío, es un niño!” y luego, con decepción, añadió: “Y hasta tiene el cabello rojo”. El color rojo era un rasgo genético característico de la familia Spencer de Diana.

 

En la biografía de la Princesa Diana, se menciona que este fue el momento que terminó por destruir su matrimonio, que ya estaba agonizando.