Vicente Fernández, conocido como “El Rey de la Música Ranchera” (El Rey de la Música Ranchera), nació en una familia humilde en Huentitán El Alto, Jalisco. Desde pequeño, tuvo que realizar diversos trabajos para ayudar a su familia, incluyendo labores como obrero, cuidado de ganado e incluso la venta de boletos de lotería.
A pesar de no contar con una educación formal, Vicente siempre soñó con convertirse en cantante. Comenzó su carrera musical realizando presentaciones en bares y pequeños restaurantes, enfrentándose frecuentemente a dificultades económicas y al desinterés de los productores musicales. Sin embargo, con su poderosa voz y su estilo interpretativo lleno de emociones, Vicente fue ganándose el cariño del público y alcanzó un reconocimiento generalizado.
Éxito y legado
El gran punto de inflexión en la vida de Vicente Fernández ocurrió en 1966, cuando una estación de radio en Ciudad de México lo invitó a grabar sus primeras canciones. Este hecho marcó su transición de ser un artista desconocido en los bares a convertirse en un cantante profesional, dando inicio a una legendaria carrera de más de 50 años.
Antes de 1966, Vicente Fernández había atravesado años difíciles. Actuaba en bares, restaurantes e incluso en fiestas privadas para ganarse la vida. Sin embargo, todo cambió cuando recibió una gran oportunidad tras la muerte del famoso cantante Javier Solís. La discográfica CBS México (hoy Sony Music) buscaba una nueva voz para reemplazar a Solís, y Vicente fue elegido gracias a su estilo único y su interpretación emotiva.
El éxito del gran cambio
Con esta oportunidad, Vicente Fernández comenzó a grabar sus primeras canciones, incluyendo “Perdóname” y “Cantina del Barrio”. Aunque no fueron éxitos inmediatos, estas canciones le ayudaron a establecer su nombre y abrieron el camino para grandes éxitos posteriores como “Volver, Volver” y “El Rey”.
Además, el contrato con CBS permitió a Vicente alcanzar una audiencia más amplia y elevó su carrera a nuevas alturas. A partir de entonces, apareció regularmente en programas de televisión y grandes escenarios, convirtiéndose en un ícono de la música ranchera.
Un giro en el corazón del público
Este cambio no solo transformó la vida de Vicente, sino que también revolucionó la música ranchera, acercándola a audiencias tanto nacionales como internacionales. Vicente no solo se convirtió en una estrella, sino también en un símbolo del espíritu mexicano: fuerte, apasionado y perseverante.
Fernández grabó más de 100 álbumes y protagonizó más de 30 películas mexicanas, consolidando una carrera que abarcó más de cinco décadas. Se convirtió en un ícono cultural de México y ganó numerosos premios prestigiosos, incluidos premios Grammy y Grammy Latinos. Canciones icónicas como “Volver, Volver”, “Por Tu Maldito Amor” y “El Rey” se han convertido en leyendas de la música tradicional mexicana.