Hace tiempo que circulan rumores de que no todo marcha bien tras los muros del palacio, y ahora ha surgido una novedad sorprendente que ofrece una nueva y sorprendente visión de las verdaderas intenciones de Meghan. Meghan y Harry se casaron en 2018 en una ceremonia suntuosa que vieron millones de personas en todo el mundo. Parecía un romance de cuento de hadas y el comienzo de un nuevo y brillante capítulo para la monarquía. Sin embargo, solo dos años después, anunciaron dramáticamente su decisión de alejarse de los deberes reales y mudarse a tiempo parcial a Norteamérica. Esta decisión sorprendió a la reina y a los miembros de la realeza de alto rango, creando profundas divisiones dentro de la familia, sobre todo entre Harry y su hermano William.

Desde entonces, ha habido constantes rumores que sugieren que Meghan fue la fuerza impulsora detrás de esta decisión y que ella nunca quiso realmente una vida de servicio y deber real. Muchos han especulado que Meghan estaba más interesada en la fama y la fortuna. Ahora, ha salido a la luz nueva información que eleva estos rumores a un nivel completamente nuevo.

Como ya sabrás, cuando la princesa Diana falleció trágicamente en 1997, dejó su importante fortuna, estimada en decenas de millones, para que la dividieran entre el príncipe William y el príncipe Harry cuando cumplieran 30 años. Aquí es donde las cosas toman un giro más intrigante. Fuentes con conocimiento directo del patrimonio de Diana han revelado en exclusiva que una parte importante de la herencia de Harry se transfirió discretamente a una cuenta bancaria privada controlada únicamente por Meghan solo un mes antes de su boda real en 2018. En ese momento, esto se consideró una planificación financiera prudente para la pareja al comenzar su vida de casados. Sin embargo, el momento y el secreto de esta transacción han planteado nuevas preguntas serias.

Me han dicho que la cantidad depositada equivalía a casi el 40% de la herencia que Harry esperaba recibir de su madre. ¿Por qué una suma tan desproporcionadamente grande? ¿Y por qué se manejó discretamente sin el conocimiento de William ni la intervención del Palacio, como normalmente se requiere en asuntos financieros reales?

La cosa se pone aún más inquietante. Mis fuentes ahora dicen que en las semanas previas al explosivo anuncio de Meghan y Harry el año pasado sobre su renuncia a sus altos cargos reales, el contenido de esa cuenta bancaria secreta fue completamente liquidado y transferido discretamente a cuentas a las que solo podía acceder Meghan en Estados Unidos. El dinero, que ascendía a decenas de millones, se utilizó luego para comprar una opulenta mansión en California, registrada únicamente a nombre de Meghan.

Esta revelación añade un contexto sorprendente a las sospechas que se tenían desde hace tiempo de que las intenciones de Meghan eran divorciarse de Harry, conseguir un pago económico enorme a partir de sus vínculos reales y su herencia, y convertirse en una celebridad rica e independiente en Estados Unidos, libre de obligaciones reales. Parece que incluso pudo haber hecho planes secretos que involucraban el dinero de Diana para lograr este objetivo a puertas cerradas.

Si se demuestra que estas acusaciones son ciertas, representarían una increíble traición a la confianza de la familia real y a la de Harry, quien no ha demostrado nada más que lealtad y devoción hacia su esposa desde su boda. Parece que Meghan puede haber utilizado a Harry para conseguir fama, ascenso social y acceso a la riqueza real para promover su propia y ambiciosa agenda. ¿Acaso lo amaba realmente?

Por supuesto, nada de esto ha sido confirmado oficialmente en este momento, y los abogados de Meghan sin duda negarán cualquier irregularidad. Sin embargo, los hechos relacionados con las misteriosas cuentas bancarias y las decenas de millones que terminaron directamente en manos de Meghan plantean demasiadas preguntas como para descartarlas fácilmente. Ahora podría ser necesaria una investigación policial oficial para llegar al fondo del asunto.

Sea cual sea la verdad, ahora parece casi seguro que su controvertida salida de la vida real y su comportamiento posterior fueron parte de un plan arraigado de Meghan desde el principio, utilizando el dinero de la propia madre de Harry para hacerlo posible. De ser así, se consideraría una de las traiciones reales más impactantes de todos los tiempos y tal vez uno de los mayores engaños jamás orquestados de manera tan descarada a la vista del público.

En resumen, esta historia en desarrollo representa un punto de inflexión fundamental en la saga de Meghan y Harry y ofrece una perspectiva nueva y cruda sobre todo lo que ha sucedido desde su boda.