La muerte de la princesa Diana dejó cicatrices profundas en la vida de sus hijos, especialmente en el príncipe Harry, quien durante muchos años se negó a aceptar la realidad de la tragedia. Para Harry, el vacío dejado por su madre era tan inmenso que llegó a cuestionar las circunstancias de su fallecimiento, manteniendo la esperanza de que algún día ella volvería.

 

Prince Harry Cries During Queen Elizabeth's Service - YouTube

En entrevistas recientes, Harry admitió que por mucho tiempo no creyó que Diana hubiera muerto. “Simplemente me negaba a aceptar que se había ido”, confesó. La idea de que su madre pudiera haber planeado desaparecer temporalmente y que un día volvería a buscar a sus hijos lo reconfortó durante años. Incluso compartió que cada mañana se decía a sí mismo: “Tal vez hoy sea el día en que reaparezca”. Este anhelo lo acompañó durante gran parte de su juventud y lo llevó a aferrarse a una esperanza que nunca se concretó.

A los 20 años, Harry pidió ver el informe policial sobre el accidente que mató a su madre, su pareja Dodi Al-Fayed y el conductor Henri Paul, quienes eran perseguidos por paparazzi en un túnel de París. A pesar de que el archivo contenía fotografías del lugar del accidente, Harry sentía la necesidad de verlas por sí mismo, buscando pruebas que confirmaran la verdad: “Quería pruebas de que ella estaba en el auto, de que estaba herida, y de que los mismos paparazzi que la persiguieron fueron quienes le tomaron fotos mientras yacía moribunda”. Sin embargo, gracias a la intervención de su secretario privado, no vio las imágenes más desgarradoras. Solo vio la parte trasera de la cabeza de su madre, y está eternamente agradecido de no haber sido expuesto a un dolor aún mayor.

 

Revealed: the touching way Prince Harry keeps 'grandma Diana's' memory  alive for his son and daughter | Tatler

Harry no pudo deshacerse de la idea de que su madre podría seguir viva hasta que visitó París a los 23 años. Durante este viaje, sintió la necesidad de recorrer el túnel donde ocurrió el accidente. Quería experimentar personalmente el trayecto a la misma velocidad a la que iba el vehículo de su madre, para entender si era posible perder el control de esa manera. “Necesitaba hacer este viaje”, afirmó. Sin embargo, aunque este acto le trajo algo de claridad, todavía siente que hay muchas piezas del rompecabezas que no encajan.

El príncipe Harry y su hermano, el príncipe William, también consideraron reabrir la investigación del accidente. La investigación original de la Policía Metropolitana de Londres concluyó que el conductor, Henri Paul, estaba bajo la influencia del alcohol y que el accidente fue una “tragedia”. Sin embargo, Harry siente que hay muchas preguntas sin respuesta. “William y yo pensamos en reabrir la investigación porque había muchas lagunas y cosas que no tenían sentido”, comentó. Aunque ahora no está seguro de si esa opción sigue disponible, admite que no cree tener todas las respuestas sobre la muerte de su madre.

 

 

El tiempo ha permitido que Harry empiece a aceptar la pérdida de Diana. Alejarse de la familia real ha sido un paso importante para encontrar paz y liberarse de las dudas y el dolor que lo atormentaron durante años. Aunque sigue buscando justicia y verdad, también está aprendiendo a dejar ir, un proceso que continúa evolucionando.