En el año de 1932, surgió una estrella que marcaría profundamente la historia del cine y la comedia mexicana: Germán Valdés, conocido por todos como “Tin Tan”.

Fue un ícono del humor, el baile, el canto y el carisma, dejando un legado invaluable en la cultura popular de México. Durante los años treinta, México era recorrido por caravanas artísticas que llevaban espectáculos de humor y música a los rincones más remotos del país. Fue en este contexto donde Tin Tan comenzó a hacer sus primeras apariciones, en un mundo en el que los cómicos luchaban por ser aceptados y, muchas veces, eran tratados de manera peyorativa. A menudo, estos artistas eran vistos por la sociedad como vagabundos o figuras de poco prestigio, pero esto no desalentó a Germán Valdés, quien ya había pasado años trabajando en el ámbito radiofónico, descubriendo su talento innato para el entretenimiento.

Germán Valdés nació el 19 de septiembre de 1915 en la Ciudad de México, en una familia numerosa, siendo el segundo de nueve hermanos. Desde joven, mostró un talento especial para la música y el baile, habilidades que desarrollaría más tarde en Ciudad Juárez, adonde se trasladó con su familia debido al trabajo de su padre, quien era agente aduanal. En esa ciudad fronteriza, Germán aprendió inglés, una habilidad que le permitió trabajar como guía de turistas. Además, desempeñó otros oficios, como ayudante de sastre, barrendero y mandadero en una estación de radio, que le brindaron la experiencia necesaria para enfrentarse al mundo del espectáculo.

La vida de Germán cambió cuando se unió a la compañía de Paco Miller, una figura reconocida en las caravanas artísticas. Fue en ese ambiente donde comenzó a destacarse y a consolidar su personaje de “Tin Tan”, un apodo que, según algunas versiones, fue idea de Jorge Müller o del mismo Paco Miller, quien recordó a un joven talentoso al que había conocido en Chile. Otra versión sugiere que el nombre proviene de un ventrílocuo guatemalteco. Sin embargo, antes de adoptar este seudónimo, Germán era conocido como “La Chiva” o “El Pachuco Topillo”.

El personaje de “Tin Tan” nació inspirado en los pachucos, jóvenes de origen mexicano que vivían en Estados Unidos en los años veinte y que popularizaron el uso de un estilo de vestimenta único: pantalones y sacos anchos, hombreras grandes, zapatos bicolores, sombrero de ala ancha y una cadena larga que colgaba de los pantalones. Además, los pachucos fueron pioneros en el uso del “spanglish”, una mezcla de inglés y español que Tin Tan incorporó a sus actuaciones, convirtiéndose en uno de los primeros en emplear este lenguaje en la cultura popular mexicana.

Fue durante una de estas giras artísticas donde Tin Tan conoció a Marcelo Chávez, su compañero inseparable durante toda su carrera. Tin Tan y Marcelo se convirtieron en un dúo famoso, con Marcelo tocando la guitarra mientras Tin Tan bailaba y cantaba. Rápidamente, su estilo único y desenfadado los llevó a ganar popularidad en México, y en 1943 debutaron en el famoso Teatro Esperanza Iris, donde el público mexicano los recibió con entusiasmo. Este éxito los llevó a actuar en otros lugares importantes, como el Folies y el Patio, donde compartieron escenario con grandes figuras de la época, como Agustín Lara, María Victoria y Meche Barba.

La consagración de Tin Tan en el cine llegó de la mano del director Gilberto Martínez Solares, quien lo dirigió en Calabacitas Tiernas, una película que fue un éxito rotundo en 1949 y en la que compartió créditos con Rosita Quintana, Amalia Aguilar y Meche Barba. A partir de ese momento, Tin Tan se convirtió en una de las estrellas más solicitadas del cine mexicano. Durante las décadas de los cuarenta y cincuenta, protagonizó más de 100 películas, consolidándose junto a Mario Moreno “Cantinflas” como uno de los cómicos más queridos y respetados de México. Algunas de sus películas más memorables incluyen También de Dolor se Canta, El Rey del Barrio y El Ceniciento, cintas en las que compartió pantalla con figuras como Pedro Infante, María Félix y Jorge Negrete.

Tin Tan no solo destacó en el cine, sino también en la música. Grabó 11 discos a lo largo de su carrera y su estilo musical, influenciado por el swing y el mambo, lo convirtió en un artista versátil y completo. Durante los años cincuenta, su fama le permitió disfrutar de una vida llena de lujos. Viajaba a Europa, paseaba en su yate y cada año se compraba un Cadillac. Sin embargo, su corazón pertenecía a su familia, y fue Rosalia Julián, su última esposa y madre de dos de sus hijos, quien se convirtió en el amor de su vida.

Aunque Tin Tan fue un hombre feliz y exitoso, su vida comenzó a decaer en los años setenta, cuando su salud empezó a deteriorarse debido a una hepatitis que luego derivó en cáncer. En 1970, perdió a su querido amigo y compañero Marcelo Chávez, lo cual le afectó profundamente. Tres años después, el 29 de junio de 1973, Tin Tan falleció a los 58 años de edad, dejando un vacío en el cine mexicano. Su partida fue dolorosa para su familia y para el público que tanto lo admiraba, pero su legado continúa vivo.

Germán Valdés “Tin Tan” fue mucho más que un comediante; fue un revolucionario del entretenimiento en México. Con su humor innovador, su estilo pachuco y su carisma inigualable, logró que generaciones enteras se rieran y disfrutaran de sus actuaciones. Su influencia se extendió hasta Hollywood, donde incluso prestó su voz para doblajes de películas de Disney, demostrando que su talento trascendía fronteras. A pesar de los años, su figura sigue siendo recordada con cariño, y su legado perdura como un testimonio de una época dorada del cine mexicano.