EL BUQUE QUE PODRÍA CAMBIAR LA HISTORIA
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En 1950, cerca de Chua, cerca del lago Titicaca, Bolivia, un agricultor, mientras trabajaba en su campo, cavó en el suelo y encontró una gran cuenca de piedra grabada con figuras antropomórficas y zoomórficas. El campesino no tenía ni idea de lo que había encontrado, y lo usa como cuenca para cerdos. Esta nave se llama “Fuente Magna. ”
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No se sabe exactamente cómo, pero con el paso del tiempo el “Fuente Magna” terminó en un pequeño museo local durante unos 40 años, ignorado por todos. Alguien finalmente notó una increíble rareza en este jarrón: su interior estaba lleno de grabados cuneiformes, bastante similar al sumerio o proto-sumerio, una escritura usada en el actual Irak hace más de 5.000 años.

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El antiguo experto en inscripciones Clyde Ahmed Winters, examinó cuidadosamente el “Fuente Magna”, y declaró que el jarrón tenía caracteres muy similares a los de los antiguos sumerios, dravidianos indio, elodita iraní y bereber libio de hace 5.000 años. El arqueólogo boliviano Max Portugal Zamora también examinó el jarrón, y dijo que tenía al menos 5.000 años de antigüedad.
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Pero ¿cómo es posible que se encuentre una inscripción proto-sumeria en un buque encontrado cerca del lago Titicaca, a 3.800 metros sobre el nivel del mar, en otro continente, a miles de kilómetros de donde vivían los sumerios? La ciencia moderna y la arqueología están en silencio. No hay explicaciones oficiales para esta anomalía
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Pero si lo pensamos, la única explicación posible es que hace 5.000 años alguien transportó esa olla desde el actual Irak a Bolivia. Hay pruebas de que navegantes de Sundaland, una región hundida del Océano Pacífico, de la que sólo queda Indonesia, llegaron a América y trajeron allí la palma de coco, hace miles de años. La ciudad semisumergida de Nan-Madol puede haber sido construida antes del deshielo, así que hace 14.000 años. Por lo tanto, es posible que estos navegantes transportaran el buque “Fuente Magna” de un continente a otro. O, es posible que las habilidades de navegación de los sumerios fueran mucho mayores de lo que sabemos.
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El jarrón “Fuente Magna” es una prueba más de que nuestro pasado es muy diferente de lo que pensábamos. En el pasado lejano, los humanos se trasladaron de un continente a otro, dejando rastros de su paso. Entonces, de repente, esto terminó, y tuvimos que empezar desde cero. ¿Por qué?
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El artículo continúa en el libro:
HOMO RELOADED – La historia oculta de los últimos 75.000 años.