Mariah Carey y Tommy Mottola: La historia de un matrimonio que fue una “prisión”

La relación entre Mariah Carey y Tommy Mottola ha sido una de las más controvertidas en la industria musical. Lo que comenzó como un cuento de hadas en el mundo del espectáculo, terminó convirtiéndose en un matrimonio marcado por el control, la opresión y el miedo.

Cuando Mariah Carey se casó con Tommy Mottola en 1993, tenía 23 años, mientras que él tenía 43. Para la joven estrella en ascenso, este matrimonio representaba un giro decisivo en su carrera, pero también significó una etapa de su vida donde se sintió atrapada y completamente controlada.

“Me sentía como una niña privada de libertad”

En su autobiografía, Carey reveló que su vida con Mottola era una “prisión”. A pesar de su éxito arrollador en la música, su matrimonio fue sufocante.

“Me sentía como una niña, completamente privada de libertad, constantemente controlada y obligada a ser la ‘buena chica americana’.”

La cantante explicó que su esposo tenía un control absoluto sobre cada aspecto de su vida, desde su imagen pública hasta sus movimientos diarios.

Michael Jackson la apoyó en su peor momento

Incluso Michael Jackson, su amigo cercano, fue testigo del sufrimiento de Mariah tras su divorcio. En 2002, el “Rey del Pop” no dudó en llamar a Tommy Mottola “el diablo”, dejando claro que conocía el tormento que Mariah había vivido durante su matrimonio.

“Después de divorciarse de Tommy, vino hacia mí llorando. Lloraba tanto que tuve que calmarla. Me dijo que él era un hombre malo.”

Estas declaraciones confirmaron lo que muchos ya sospechaban: Mariah Carey vivió una relación tóxica y manipuladora.

Una liberación difícil, pero necesaria

Tras cinco años de matrimonio, Carey logró divorciarse en 1998, marcando un nuevo comienzo en su vida personal y profesional. A pesar del trauma, la cantante se reinventó y se convirtió en una de las artistas más icónicas de la música pop y R&B.

Hoy, Mariah Carey sigue siendo un símbolo de resiliencia y empoderamiento, demostrando que, incluso después de los momentos más oscuros, es posible reencontrarse con la libertad y el éxito.

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