La Misteriosa Desaparición de Jacobo Grinberg: ¿Genio, Charlatán o Víctima de un Secreto Mayor?

El científico mexicano Jacobo Grinberg desapareció sin dejar rastro el 8 de diciembre de 1994, justo antes de lo que se suponía sería uno de los mayores descubrimientos científicos de su tiempo. Sus investigaciones prometían explicar fenómenos tan extraordinarios como los milagros atribuidos a Jesucristo o las supuestas habilidades de la chamana Pachita para materializar órganos y realizar cirugías con un simple cuchillo. Sin embargo, su trabajo se interrumpió abruptamente, dando pie a múltiples teorías: asesinato, secuestro por la CIA o, incluso, la posibilidad de que fuera un fraude.

Jacobo Grinberg nació en la Ciudad de México en diciembre de 1946, en el seno de una familia de inmigrantes europeos con raíces judías. La muerte de su madre a causa de un tumor cerebral podría haber despertado su profunda curiosidad por el cerebro humano, una curiosidad que lo llevaría a cuestionar la naturaleza misma de la realidad.

Alcanzada la adultez, estudió Psicología en la Universidad Nacional Autónoma de México, formándose para convertirse en un reconocido neurocientífico. Posteriormente, se especializó en neurofisiología en Nueva York, investigando el impacto de patrones visuales específicos en la actividad cerebral. Sus estudios, aunque basados en la ciencia pura, pronto lo llevarían a explorar conexiones entre la ciencia y la espiritualidad.

Una visita a Israel lo expuso a personas que afirmaban comunicarse con espíritus, su primer encuentro con fenómenos inexplicables para la ciencia. De vuelta en Nueva York, mientras trabajaba en su tesis doctoral sobre las potencialidades del cerebro, oyó hablar de Pachita, una chamana mexicana conocida por sus supuestas habilidades curativas y “cirugías espirituales”.

Intrigado y escéptico a la vez, Grinberg regresó a México para conocer a Pachita. No existen registros oficiales de este encuentro, pero se cuenta que Pachita lo recibió con la sorprendente frase: “Apúrate, Jacobo. Te estaba esperando”.

Bárbara Guerrero, conocida como Pachita, era una figura célebre en el chamanismo mexicano. Se decía que podía sanar cualquier enfermedad con sus manos y un cuchillo de cocina, extrayendo huesos, reintroduciéndolos y regenerando órganos de manera psíquica. Grinberg tuvo la oportunidad de estudiar y documentar sus métodos de cerca, incluso participando en algunas de sus cirugías. Este contacto lo llevó a plantear la posibilidad de aplicar el método científico al estudio del chamanismo.

Su tiempo con Pachita se extendió más de lo planeado, buscando replicar y compartir sus habilidades con el mundo. Grinberg quedó profundamente impactado, cuestionando todo lo que creía saber sobre la mente y la realidad. No solo quería entender qué hacía Pachita, sino también cómo lo hacía, buscando una explicación científica.

Esto lo condujo a desarrollar su teoría más ambiciosa: la teoría sintérgica. Esta teoría postula la existencia de un campo informacional llamado “latiz”, que contiene toda la información del universo pero carece de cualidades subjetivas. Según Grinberg, nuestro cerebro interactúa con este campo, decodificándolo para crear la realidad que percibimos. El mundo que vemos sería el resultado de esta interacción.

Grinberg fue más allá, sugiriendo que personas con un nivel de conciencia superior, como Pachita, Buda o Jesús, podrían acceder a la latiz y modificar la realidad. Para ilustrarlo, usó el ejemplo de la película Matrix, donde los personajes con mayor conexión con el código de la simulación podían manipularla, realizando hazañas imposibles. Para Grinberg, esto explicaba los “milagros” de Pachita y los de figuras religiosas.

En la década de 1990, Grinberg conoció a Teresa Mendoza, quien se convirtió en su segunda esposa. A medida que su reconocimiento internacional crecía y sus teorías parecían estar cerca de demostrar la existencia de la latiz, su relación con Teresa se deterioró. Algunos familiares relataron que la relación se tornó violenta, y que Grinberg llegó a temer por su vida.

Para intentar demostrar su teoría, Grinberg recurrió al entrelazamiento cuántico, un fenómeno por el cual dos partículas entrelazadas se afectan mutuamente, incluso a grandes distancias. Realizó experimentos con personas que interactuaban brevemente antes de ser separadas, registrando su actividad cerebral. Aunque no hay documentación oficial que lo avale, se dice que los resultados fueron sorprendentes, sugiriendo una conexión profunda entre los cerebros. A este fenómeno, Grinberg lo llamó “potencial transferido”.

Grinberg planeaba llevar su experimento al siguiente nivel, replicándolo entre México e India. Sin embargo, el 8 de diciembre de 1994, él y Teresa desaparecieron sin dejar rastro.

La desaparición desató una búsqueda exhaustiva. Sus colegas no creían que se hubiera ausentado voluntariamente, ya que tenía planes de viaje a Nepal. No se encontraron registros de su salida del país. El caso se convirtió en un tema de debate nacional.

El investigador policial Padilla se hizo cargo del caso. Descubrió que una semana después de la desaparición, Teresa fue vista recogiendo pertenencias de la casa que compartía con Grinberg y realizando movimientos de dinero. Un testigo afirmó haber visto a Grinberg en Colorado, acompañado por Teresa y otras dos personas, posiblemente agentes de la CIA o el FBI. Esta pista llevó a Padilla a una investigación que, según él, ciertos políticos intentaron ocultar.

Los medios se centraron en la teoría de un crimen pasional relacionado con Teresa, pero Padilla insistió en que había algo más oscuro detrás. A medida que se acercaba a la verdad, las pruebas desaparecían misteriosamente, lo que afectó su credibilidad y su carrera.

Años más tarde, Padilla rompió su silencio en el documental “El Secreto del Dr. Grinberg”, revelando nueva información. Afirmó que Grinberg realizaba viajes frecuentes a Boulder, Colorado, en circunstancias sospechosas, y que fue visto escoltado por supuestos agentes de la CIA poco antes de su desaparición.

La CIA, conocida por su interés en investigaciones científicas avanzadas, incluyendo proyectos secretos y éticamente cuestionables como el MK Ultra, se convirtió en objeto de sospecha. En 2017, la CIA desclasificó documentos que incluían información sobre la teoría sintérgica de Grinberg, confirmando que la agencia conocía su trabajo.

Otras hipótesis sugieren que Grinberg pudo haber desaparecido voluntariamente tras no obtener los resultados esperados en sus experimentos, o incluso que, a través de la meditación profunda, logró trascender a la latiz.

Independientemente de la teoría que se elija, la historia de Jacobo Grinberg plantea interrogantes fascinantes sobre la naturaleza de la realidad, la conciencia y el potencial humano. Su legado, aunque inconcluso, nos invita a reflexionar sobre los límites de la ciencia y la posibilidad de que existan dimensiones aún por explorar.