Cada familia tiene sus propias tradiciones navideñas, y los Windsor no son la excepción. Sin embargo, hay una que no le gustaba para nada a la princesa Diana y ahora la detesta Kate Middleton, sin embargo, la reina Isabel II la adoraba.
La realeza británica sigue manteniendo sus tradiciones navideñas como cualquier otra familia, aunque algunas de ellas no sean del agrado de algunos de sus integrantes, tal como le sucedió a Lady Di. De hecho, los Windsor tienen una tradición ancestral que antes molestó muchísimo a la madre del príncipe William y ahora causa la misma sensación en Middleton.
En medio de todas las celebraciones navideñas, se ha dado a conocer que los monarcas se dirigieron a Sandringham, la finca que se ubica en Norfolk, en donde se reúne la familia real para celebrar la nochebuena y el banquete del 25 de diciembre, en donde asisten al menos 40 invitados.
Pero, una de las reglas que se debe seguir, es que cada miembro de la familia debe seguir las tradiciones familiares, las mismas que a la reina Isabel II le resultaban muy divertidas
La tradición navideña de la familia real que odiaba la princesa Diana y ahora Kate Middleton
La familia real británica tiene como costumbre que cada miembro suba a la báscula antes y después de cenar, una práctica que amaba la fallecida monarca al considerarla de más divertida debido a que el banquete que suelen comer en la fiesta decembrina es mucho, por lo que si engordaban un kilo, era la señal de que habían comido bastante.
La reina Isabel II. Foto: Instagram
A pesar de que la reina Isabel amaba este momento, no era del agrado de la princesa Diana, quien como es sabido llegó a luchar contra la bulimia, por lo que cada vez que tenía que realizar esta tradición la invadía la ansiedad.
Y ahora es Kate Middleton la que está enfrentando la misma situación de su fallecida suegra, sobre todo ahora que se encuentra atravesando por el cáncer que la mantuvo alejada de sus compromisos reales la mayor parte del 2024.
Se dice que este ritual fue impulsado durante el reinado de Eduardo VIII, el tatarabuelo del rey Carlos III, quien lo consideraba como una muestra simbólica para comprobar “cuánto se había disfrutado” de la comida de navidad.
Sin embargo, no todo son situaciones desagradables en estas celebraciones, pues el mismo príncipe Harry ha narrado como los intercambios de regalos entre su familia son memorables, al ser de lo más divertidos y llenos de sorpresas.