NO LES CUMPLIÓ EL CAPRICHO: TENSIÓN EN PLENO VUELO POR UN ASIENTO JUNTO A LA VENTANILLA
La madre, visiblemente molesta, comenzó a grabar a la pasajera, responsabilizándola del mal rato que estaba pasando. “Ella no quiere cambiar de lugar. Estoy grabando tu cara. No tienes empatía por la gente, eso es asqueroso. Estamos en el siglo XXI y la gente no tiene empatía por los niños”, exclamó en repetidas ocasiones mientras señalaba a la pasajera.
Mientras tanto, el llanto del niño se intensificaba, incomodando al resto de los viajeros. A medida que la situación escalaba, otros pasajeros intervinieron para defender el derecho de la mujer a conservar su asiento, insistiendo que si la madre quería un lugar junto a la ventanilla, debería haberlo pagado previamente al seleccionar sus asientos.
La tensión no disminuyó durante todo el trayecto, pues la madre continuó grabando y confrontando a la pasajera. Muchos viajeros expresaron su descontento con la actitud de la mujer, calificándola de inapropiada e innecesaria.
La escena dejó a todos preguntándose: ¿Qué harías tú en una situación similar? ¿Cederías tu asiento para evitar el llanto de un niño o defenderías tu derecho adquirido? Este incidente, aunque anecdótico, plantea una interesante reflexión sobre los límites de la empatía y el respeto por las decisiones personales.