El drama en torno a la familia real británica ha tomado un giro sorprendente. Samantha Markle, la hermana distanciada de Meghan Markle, ha afirmado en repetidas ocasiones que sufrió a nivel social y emocional tras el lanzamiento del documental de Netflix Harry & Meghan en diciembre de 2022.

Aunque sus intentos anteriores de demandar a su hermana, Meghan Markle, por difamación han sido desestimados en los tribunales, Samantha se ha negado a dar marcha atrás y ha llevado el caso al Tribunal de Apelaciones del 11º Circuito.

El Documental en el Centro de la Controversia

Un fragmento específico de la docuserie que se ha puesto en cuestión en este caso muestra a Meghan sugiriendo que su hermana distanciada había sido parte de un grupo que difundía “desinformación” sobre ella. Más adelante en el documental, Meghan afirmó: “Estás haciendo que la gente quiera matarme. No es solo un tabloide. No es solo una historia. Me estás haciendo sentir miedo.”

Desde la emisión de la serie en Netflix, Samantha ha alegado que fue “obligada a mudarse de residencia, a evitar salidas públicas” y que recibió “amenazas de muerte realistas de individuos que han ‘jurado’ lealtad a Meghan en esta ‘lucha’ entre las dos hermanas”, según documentos legales presentados.

Acusaciones en los Documentos Legales

El abogado de Samantha, Peter Ticktin, escribió en la demanda: “No hay duda de que Meghan Markle atacó verbalmente a su hermana Samantha Markle en su documental.” Los documentos legales continúan diciendo que Samantha “nunca formó parte de ningún grupo que difundiera desinformación, nunca acosó a Meghan, nunca formó parte de ningún grupo de odio, nunca usó insultos raciales en tweets, nunca monetizó ningún tweet de odio contra Meghan, ni hizo nada para que alguien quisiera matar a Meghan o para que Meghan se sintiera nerviosa debido a cualquier actividad de este tipo.”

A pesar de esto, la demanda inicial fue desestimada, permitiendo que Meghan “se retire, como si fuera inocente”, según la presentación del caso. El documento también afirma que Samantha “sufrió efectos muy reales” debido a lo que considera una “campaña intencional, dañina y difamatoria contra su hermana discapacitada.”

La Evidencia de los Analistas en Redes Sociales

La demanda continúa indicando que “la verdad es que Samantha no participó en ninguno de los acosos en línea que Meghan enfrentó.” Según el abogado de Samantha, Meghan debería haber sabido esto o haber tenido acceso a esta información, ya que había contratado a un experto en Twitter, Christopher Bouzy, quien analizó numerosas cuentas, tweets y mensajes para determinar quiénes eran responsables del acoso en línea.

La demanda también acusa a Bouzy de no revelar que “ninguna de esas cuentas” que participaron en comentarios acosadores hacia Meghan pertenecía a Samantha, según un “rápido rastreo de las direcciones IP” involucradas.

Este caso sigue siendo una fuente de controversia y división entre los simpatizantes de Meghan Markle y aquellos que creen en la versión de su hermana. A medida que el caso se desarrolla en los tribunales, la tensión familiar y la batalla mediática prometen continuar.