Manuel Mijares y Lucero fueron una de las parejas más queridas y mediáticas de México durante los años 90 y principios de los 2000. Su relación fue un espectáculo que capturó la atención de millones de personas, desde su boda televisada en 1997 hasta su divorcio en 2011. Sin embargo, detrás de esa fachada de cuento de hadas, la relación enfrentaba dificultades que el público apenas comenzaba a imaginar.

Mijares, con una carrera impresionante en la música latinoamericana, ya había dejado una huella profunda en la industria mucho antes de conocer a Lucero. Con éxitos como Bella y El privilegio de amar, su poderosa voz lo colocó en la cima de las listas de popularidad. Pero tras su relación con Lucero, para muchos dejó de ser el cantante exitoso para convertirse en “el ex de Lucero”.

Su boda en enero de 1997 fue uno de los eventos más vistos en la historia de la televisión mexicana. Transmitida en vivo, alcanzó a más de 50 millones de personas, una audiencia inusual para un enlace matrimonial. Parecía el inicio de un amor eterno. Sin embargo, ser una pareja pública también generó una presión constante que poco a poco empezó a afectar la relación. Desde rumores de infidelidad hasta tensiones familiares, la relación se fue desgastando.

El divorcio llegó en 2011, y aunque la separación fue amistosa, fue devastadora para Mijares. Pese a su éxito, muchos comenzaron a verlo únicamente como el exmarido de Lucero. Esto abrió una pregunta importante: ¿Por qué reducir a un artista con una carrera tan sólida a su vida personal?

A lo largo de los años, Mijares ha demostrado ser mucho más que un hombre bajo la sombra de su exesposa. Ha continuado su carrera musical con éxito, llenando auditorios y manteniéndose relevante en la industria. Canciones icónicas como Soldado del Amor y Para amarnos más siguen resonando en el corazón de sus fans, recordando al público el verdadero talento que lo ha definido por décadas.

A pesar de los rumores y las especulaciones que rodearon su matrimonio, Mijares y Lucero han mantenido una relación cordial. Han trabajado juntos en diversos proyectos y siguen siendo amigos, demostrando que, aunque su amor no perduró, el respeto y la colaboración permanecen.

El impacto de ser una figura pública en una relación tan visible no puede subestimarse. La presión constante y el escrutinio pueden desgastar hasta a las parejas más sólidas. Sin embargo, en el caso de Mijares, su legado musical habla por sí mismo. Aunque siempre será recordado como parte de una de las parejas más queridas de México, es crucial reconocer que su talento y carrera van mucho más allá de su vida personal.

Hoy, Mijares sigue siendo una de las voces más poderosas de la música romántica en español. Su historia de lucha, perseverancia y éxito en la industria es un recordatorio de que, aunque los escándalos y los rumores puedan eclipsar temporalmente una carrera, el verdadero arte siempre prevalece.