En un tenso enfrentamiento dentro del reality show, el participante Agustín expresó su frustración hacia Arat después de que este último decidiera salvar a Gala en lugar de a otras compañeras. La decisión de Arat y su comentario sobre la falta de valor que algunos de sus compañeros tuvieron para salvar a mujeres generó una fuerte reacción en Agustín, quien se sintió expuesto y criticado públicamente.

Agustín reprochó a Arat que, al salvar a Gala y mencionar que él había tenido el valor que otros no tuvieron, lo estaba exponiendo innecesariamente. Según Agustín, Arat había tenido varias oportunidades para salvar a sus compañeras en el pasado pero había optado por no hacerlo, lo que ahora se le había echado en cara de forma que él consideraba injusta y perjudicial.

El conflicto escaló cuando Agustín se acercó a Arat para pedirle que se disculpara públicamente y corrigiera su mensaje. Arat, inicialmente dispuesto a hacer ajustes, se mostró reacio a continuar la conversación, afirmando que ya no iba a hacer nada más al respecto. Agustín insistió en que Arat debía asumir la responsabilidad de sus palabras y corregir su postura en vivo, lo que llevó a una discusión más intensa.

La discusión reveló una falta de congruencia en las acciones y las palabras de Arat, según Agustín, quien insistió en que, si Arat había pedido disculpas anteriormente, debía haber sido consistente en sus acciones y no solo en sus palabras. Agustín también le recordó a Arat que, a pesar de las diferencias, se esperaba que las disculpas y las justificaciones fueran coherentes con el comportamiento real y no solo una estrategia.

Este episodio pone de relieve las tensiones internas y los conflictos de lealtad que pueden surgir en un entorno competitivo y estresante como el de un reality show. La discusión entre Agustín y Arat refleja las complejidades de la interacción humana bajo presión y cómo las percepciones de justicia y congruencia pueden influir en las dinámicas del grupo.