Ricardo Arjona, en una charla reciente con Thalía, compartió una reflexión sobre los altibajos que ha enfrentado en su carrera.

El cantautor guatemalteco recordó cómo, en sus inicios, buscó apoyo y reconocimiento sin éxito, encontrándose solo cuando más lo necesitaba.

Sin embargo, con el paso del tiempo y tras alcanzar la fama, notó cómo aquellos que antes lo ignoraban ahora están interesados en trabajar con él y en grabar sus canciones.

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Arjona expresó esta situación con un tono de sorpresa e ironía, destacando la paradoja entre la falta de interés en sus comienzos y el repentino reconocimiento que ha recibido en su éxito actual.

Esta experiencia le ha permitido valorar aún más el camino recorrido y las dificultades superadas, reflejando la importancia de la perseverancia y la autenticidad en su carrera artística.

Para Arjona, esta transformación en la percepción de su trabajo subraya cómo la música puede ser, a veces, un terreno ingrato.

Donde el verdadero talento no siempre es valorado desde el principio, pero eventualmente encuentra su lugar en el corazón del público y la industria.

En la conversación, Arjona también resaltó cómo su experiencia personal le ha enseñado a no depender del reconocimiento ajeno y a mantenerse fiel a su visión artística.

AQUI LAS ESPLICACIONES

En 1995, Thalía mencionó que planeaba grabar una canción que Ricardo Arjona le había enviado en sus inicios, antes de ser famoso.

En ese momento, Arjona, ya consagrado, estaba filmando el videoclip de «Realmente No Estoy Tan Solo».

Cuando le preguntaron en una entrevista sobre la declaración de Thalía, la respuesta del cantautor reflejó su sorpresa y curiosidad por saber por qué ella había decidido grabar la canción hasta ese momento, años después de haberla recibido.

Ricardo Arjona explicó que todas sus composiciones están protegidas por su compañía, Sony Publishing, y que cualquiera que desee grabar una de sus canciones debe adquirir los derechos.

Le resulta curioso que ahora estén interesados en grabar esas canciones, ya que cuando él necesitaba apoyo, nadie le prestó atención. Ahora, ya no necesita que las graben.