El joven lleva instalado en la casa de su padre de Ojén desde finales de enero.

Enrique, Julio José… y ahora Rodrigo. El segundo hijo de Julio Iglesias y Miranda Rijnsburger lleva la música en las venas y desde que tiene uso de razón sabe que quiere dedicarse a la misma profesión que su padre y sus dos hermanos mayores. Rodrigo Iglesias celebra este 3 de abril su 22º cumpleaños y lo hará previsiblemente rodeado de sus hermanas, las gemelas Victoria y Cristina (19), y de sus otros dos hermanos Miguel (23) y Guillermo (13), en Miami.


Pero hasta hace unos días, Rodrigo, que cuando cumplió los 15 años posó junto a su padre en ¡Hola!, ha estado disfrutando de unas semanas en la casa que el artista tiene en Marbella. Concretamente, la espectacular mansión está ubicada en Ojén, un bonito municipio de casitas blancas situado a unos diez kilómetros de la localidad malagueña y el joven lleva allí, al menos, desde finales de enero. En Marbella, Rodrigo ha pasado unos cuantos días en compañía de algunos amigos, como Javier Vela Martín, guionista de cine, que le ha realizado algunas fotografías en el jardín de la casa. En estas semanas, el joven ha dedicado su tiempo a tocar la guitarra eléctrica, su gran pasión, y también al motocross, uno de los deportes que practica desde niño, afición que comparte con su hermano mayor Miguel (o Michael, como le llaman en Estados Unidos).

Tras los pasos de su padre

Además, la casa de su padre tiene un estupendo estudio de grabación donde seguramente Rodrigo habrá registrado algunas de sus composiciones, algo que lleva haciendo desde la adolescencia. “El sueño más grande que tengo es llegar a ser un artista como ellos (refiriéndose a su padre y sus hermanos Enrique y Julio José). Me encantaría dedicarme a la música el resto de mi vida. ¡Aspiro a ser la siguiente generación de los Iglesias!”, decía el joven en 2015.

Su hermano Miguel, que también toca el piano, le ha ayudado siempre en la producción musical, aunque en estos momentos se dedica al sector inmobiliario en una agencia en Miami. Por supuesto, su padre es su gran ejemplo a seguir y aunque ahora Julio Iglesias vive casi todo el año en Punta Cana y le ve menos de lo que le gustaría, siente adoración por su progenitor. “Lo que más me fascina de él es que a día que hoy sigue logrando llenar estadios de fans que se mueven por su música. Eso es algo de lo que se puede estar muy orgulloso”, decía su hijo en la citada entrevista.

Así es la casa marbellí de Julio

Como ya nos dejaron ver Cristina y Victoria durante los meses que pasaron en Marbella, la vivienda de su padre, en la que este verano estuvieron de vacaciones Miranda y sus cinco hijos, fue bautizada como Las Cuatro Lunas y Julio se la compró al torero Curro Romero hace más de dos décadas. Se trata de un auténtico paraíso a unos diez minutos de Puerto Banús con más de 450 hectáreas de terreno que acogen un edificio principal con siete habitaciones, ocho baños, cinco estancias para el servicio y una infinity pool. Como ‘extras’, la villa tiene establos para los caballos de Miranda y sus hijas, y una bodega con capacidad para 2.000 botellas.

La preciosa mansión está en medio de un bosque con un inmenso alcornocal y cuenta con varios huertos ecológicos donde se cultivan frutas y verduras para el consumo de toda la familia. Además, la finca cuenta con una capilla que Iglesias mandó levantar para poder casarse ahí con Miranda el 24 de agosto de 2010 después de veinte años juntos y en la más estricta intimidad, con solo sus cinco hijos como testigos y una quincena de invitados. En estos días en los que Rodrigo ha estado lejos de su familia, sus hermanas no han dudado en decirle cuánto le estaban echando de menos en algunas de las fotos que el joven ha subido a Instagram, dando buena muestra de la gran relación que mantienen los cinco.

Kitesurf, guitarra y fútbol en familia
Rodrigo sueña con ser artista y, además de formarse para tocar la guitarra, ha tomado clases de canto. Desde 2017 vive fuera del hogar familiar en Miami y al cumplir los 18 optaba por independizarse a una casa cercana a la de sus padres en la misma Indian Creek, la pequeña isla privada conocida como ‘el búnker de los millonarios’ por los ricos y famosos que allí residen (de Adriana Lima a Ivanka Trump, la última en llegar a esta zona exclusiva de Miami Beach). En Miami nació, como sus otros cuatro hermanos, y ahí ha vivido siempre. Estudió en el Miami Country Day School, uno de los colegios más elitistas y prestigiosos de Florida que está en medio de un campo de golf privado. Desde muy pequeño, Rodrigo manifestó su buen oído para la música y después de las clases recibía lecciones de guitarra eléctrica casi a diario.

El segundo hijo del cantante y la modelo holandesa es un gran deportista, igual que sus hermanos. Cuando era más pequeño solía jugar al tenis con Julio José en las pistas de casa de su padre. Desde niño practica surf (una de las disciplinas favoritas de Julio José Iglesias) y kitesurf en las playas de Miami y en la adolescencia comenzó a cogerle el gusto a los deportes de riesgo como el paracaidismo. Una de sus grandes pasiones son las motos, concretamente las de motocross, y le gusta perderse por caminos embarrados junto a sus amigos, tanto en Florida como en Marbella.