Hoy en día, es difícil imaginar a Mark Strong con la cabeza llena de pelo. Su aspecto liso y calvo se ha convertido en una parte definitoria de su estilo, que se suma a su encanto único. Pero hubo un tiempo en que el actor sí tenía pelo. Voice se propuso averiguar cuándo empezó Strong a perder el pelo y qué aspecto tenía entonces.

En una entrevista concedida en 2009 a The Telegraph, Strong contó que empezó a perder pelo hacia los 25 años, una experiencia difícil para cualquier joven, que le hacía sentirse cohibido y un poco deprimido.


Al principio, su caída no era muy evidente. Por ejemplo, en 1990, a los 27 años, Strong interpretó al agente Gibb en la serie de la BBC The Bill, en la que aún tenía bastante pelo.

Pero poco después, su nacimiento empezó a retroceder de forma más visible. En 1991, cuando interpretó a un nazi en Contra el viento, de Larry Elikann, se le veía a menudo con una gorra, probablemente para encajar con el aspecto del personaje, pero también como una forma sutil de ocultar la pérdida de cabello.

Incluso después de quedarse completamente calvo, Strong no se limitó a papeles que requerían una cabeza rapada. Con la ayuda de pelucas, siguió interpretando diversos personajes. En 1996, interpretó al Sr. Knightley en una adaptación televisiva de Emma, de Jane Austen, demostrando que su versatilidad como actor nunca se vio limitada por su peinado, o por la falta del mismo.