Galilea Montijo y Arturo Beltrán Leyva... Anabel Hernández afirma que gobiernos de México y EU sabían de su relación amorosa con el narco
Esta relación iba más allá de lo ocasional y se caracterizaba por pagos sustanciales hacia Montijo por parte del narcotraficante. 

Arturo Beltrán Leyva, capo de capos del narco durante una década, estaba obsesionado por el amor sexual y las mujeres, Galilea Montijo fue una de ellas

En un revelador encuentro desde Los Pinos con Anabel Hernández en el programa “Largo Aliento”, conducido por Sabina Berman, se levantaron las cortinas sobre la intrincada vida del narcotraficante Arturo Beltrán Leyva, destacando especialmente su compleja relación con las mujeres, vista por muchos como una obsesión que moldeaba su personalidad y sus operaciones dentro del mundo del narcotráfico.

Al regresar a su libro “Las damas del narco: amor en el infierno”, la periodista hace referencia al testimonio de Celeste, quien fue amante y confidente de Beltrán Leyva. Durante la conversación, Hernández resalta cómo el narcotraficante clasificaba a sus mujeres en diferentes niveles de importancia, desde esposas hasta “amigas con beneficios”, utilizando a estas mujeres no solo como objetos de deseo, sino también como símbolos claros de poder y estatus en la sociedad.

“Para Arturo Beltrán Leyva, su poder no residía únicamente en el dinero, sino en lo que podía obtener con él: amistades, artistas, presidentes, policías y, sobre todo, mujeres, muchas mujeres”, reveló.

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Entre los detalles más sorprendentes, emerge la figura de Violeta Vizcarra, una de las mujeres clave en el círculo íntimo de Beltrán Leyva, utilizada para atraer a otras mujeres, incluidas personalidades del espectáculo, hacia el círculo del narcotraficante, como el conocido caso de la presentadora Galilea Montijo.

Arturo Beltrán Leyva mantenía una amplia red de mujeres, desde jóvenes que vendían su virginidad hasta aquellas que ya estaban insertas en su vida cotidiana, intentando así normalizar su existencia marcada por el crimen. Un aspecto destacado fue su consumo de Viagra y otros estimulantes para mantener múltiples encuentros sexuales diarios, como una demostración de su virilidad y poder.

“Tenía relaciones sexuales más de 10 veces al día, consumiendo drogas, incluyendo Viagra, entre otras, para lograrlo. Es posible que no todas estas relaciones culminaran en eyaculación […] Para mantenerse activo, consumía Viagra y diferentes estimulantes. Así, tenía una variedad de mujeres. Entre las sustancias que consumía, mencionaron una bebida energizante, Red Bull, mezclada con otra sustancia, al parecer cocaína, para potenciar el efecto”, explicó la autora de “Los señores del narco”.

“El Barbas” también desempeñaba un papel en el mantenimiento de esta cuidadosa fachada, utilizando regalos lujosos como joyas, autos de alta gama y acceso exclusivo a eventos, como estrategia para seducir y dominar a estas mujeres, según afirmó.

A través del testimonio de Celeste, se destaca el papel que jugó la presentadora de televisión Galilea Montijo, que no era simplemente una conocida de Beltrán Leyva, sino alguien con quien mantenía una relación significativa y de larga duración, en una conexión compleja y profunda entre ambos.

Esta relación iba más allá de lo ocasional y se caracterizaba por pagos sustanciales hacia Montijo por parte del narcotraficante, sugiriendo una especie de “sueldo” mensual que comenzó siendo de cuatro millones de pesos y se incrementó hasta diez millones de pesos a lo largo de un período de seis años.

Según lo revelado a la periodista, aunque Montijo y Beltrán Leyva no compartían un hogar, sí mantenían una relación estrecha y continua, hasta el punto de que ella pasaba largos periodos en sus propiedades, participando en actividades cotidianas como cocinar para él y su entorno compuesto por otras figuras del crimen organizado.

“Pero estamos hablando de algo más que una simple relación casual. Hoy sabemos, no solo a través del testimonio de Celeste, sino de una nueva corroboración, que era una relación seria, no esporádica, no era de ida y vuelta. Fueron años, tantos años que la señora Galilea Montijo terminaba cocinando para criminales, asesinos, narcotraficantes y convivía con ellos. Así me lo imagino en el programa de hoy, cuando se pone su delantal y se pone a cocinar; imagino que con la misma gracia lo hacía para estos asesinos”, afirmó.

La seriedad de este vínculo, según Anabel Hernández, se evidencia en el hecho de que Beltrán Leyva le propuso matrimonio a Montijo, lo que implica una interacción más profunda y personal entre ambos, que va más allá de un simple lazo superficial o transaccional.

Esta relación era bien conocida dentro de los círculos cercanos a Beltrán Leyva, ya que incluso Joaquín “El Chapo” Guzmán habría intentado comprarla y secuestrarla.

Además, se afirmó que la conductora del programa Hoy era objeto de seguimiento, hasta cierto grado, por parte de entidades de seguridad y autoridades, tanto en México como en Estados Unidos, debido a su implicación en las dinámicas del narcotráfico.

Es importante señalar que Galilea Montijo ha negado categóricamente tener cualquier relación o vínculo con el narcotráfico. En múltiples ocasiones, a través de entrevistas y declaraciones públicas, la conductora y actriz mexicana ha rechazado las acusaciones y rumores que la vinculan con figuras del crimen organizado.

Montijo ha expresado su frustración y tristeza por los rumores, enfatizando que tales afirmaciones son infundadas y perjudiciales tanto para su reputación personal como para su carrera profesional. Ha instado a no creer en chismes y ha solicitado respeto hacia su vida privada.