La actriz tiene una vida llena de lujos, pero debió ver cómo su hija sufrió con temas en los que no pudo hacer nada para evitarlo.

Salma Hayek es una de las actrices mexicanas más famosas y exitosas de Holywood. Siempre orgullosa de sus raíces, levanta la bandera a donde quiera que vaya. Sus papeles en importantes películas la han consagrado como un ícono del cine y toda una celebridad la industria cinematográfica.

Con millones de seguidores en Instagram, una fortuna valuada en millones de dólares y un matrimonio armonioso con el empresario François-Henri Pinault, con quien tuvo a Valentina Paloma Pinault, nadie podría pensar que haya sufrimiento. Error. La propia actriz contó cómo vio sufrir a su hija, siendo ella una estrella famosa.

“Vengo de México, cariño. Cuando eres mexicana y árabe en Estados Unidos… digamos que es un largo camino hasta alcanzar la cumbre. No había nadie cuando yo llegué, y ahora hay muchos más de los nuestros”, explicó Hayek al Evening Standard. La actriz que interpretó a Frida Kalho se refría así a las duras críticas por su origen mexicano y libanés.

Salma Hayek y su hija en una portada. Fuente: Instagram @salmahayek.
Pero esta situación cruel también la vivió su hija Valentina cuando tenía 8 años cuando fue agredida por un niño. Salma Hayek vio cómo la madre del niño no lo hizo callar y se retiró. “Mi hija fue insultada por otro niño. Insultos racistas. Intenté amablemente hacer que el otro niño se callara, pero no había manera. Y su madre no intentó hacer nada para pararle, me pareció todo una locura. Tuve que coger a mi hija de la mano y marcharme de allí para que la situación no empeorara”, recordó indignada.

La hija de Hayek hasta el día de hoy sigue recibiendo críticas. Hace unos días se la vio en la Semana de la Moda en París y despertó las polémicas por la serie de cirugías estéticas que se había hecho con tan solo 15 años. Los comentarios comparándola con su madre coparon las redes sociales, saliendo la joven perjudicada.