En una sorprendente vuelta de acontecimientos, el príncipe Harry y su esposa, Meghan Markle, han devuelto a la corona británica más de 3 millones de dólares (aproximadamente 66 millones de pesos) que habían sido utilizados para la costosa renovación de su residencia oficial en la finca de Windsor. Este reembolso se produce justo una semana después de que la pareja cerrara un acuerdo millonario con Netflix para producir “impactantes” películas y series.

La noticia llega en un momento particularmente significativo, considerando que el 8 de enero del año pasado, los entonces duques de Sussex anunciaron su decisión de “dar un paso atrás como miembros de la familia real” con el objetivo de lograr una independencia financiera. Desde entonces, Harry y Meghan han tomado diversas medidas para distanciarse de los costos cubiertos por los contribuyentes británicos, y esta devolución es vista como un importante paso hacia ese objetivo.

La renovación de la residencia oficial, conocida como Frogmore Cottage, fue financiada inicialmente por fondos públicos, lo que generó críticas y controversia en el Reino Unido. El regreso de esta suma significativa a las arcas de la corona se interpreta como un intento de la pareja por reparar su imagen y cumplir con su promesa de independencia económica.

El acuerdo reciente con Netflix, que incluye la producción de contenido que promete ser “impactante”, marca un nuevo capítulo en la vida de los Sussex. Mientras la pareja continúa su vida en los Estados Unidos y se enfoca en sus nuevos proyectos, este reembolso subraya su compromiso por alinearse con sus principios y expectativas de autonomía financiera.

La devolución del dinero ha sido recibida con una mezcla de reacciones tanto en el Reino Unido como en los Estados Unidos, donde los seguidores y críticos de Harry y Meghan observan de cerca cada movimiento de la pareja.

Sin duda, este desarrollo sigue generando titulares y mantiene a la pareja en el centro de la atención pública, mientras continúan navegando su vida fuera de la familia real.