En medio de la agitación dentro de la familia real, los fanáticos se movilizan en apoyo a Meghan Markle, proclamando: “Meghan posee todas las cualidades de una futura reina”.

 

En una revelación sorprendente, Meghan Markle, junto con el Príncipe Harry, acapararon los titulares en 2020 cuando decidieron renunciar a sus roles dentro de la familia real activa. Sin embargo, informes recientes han arrojado luz sobre un incidente poco conocido que involucra la carrera actoral de Meghan en el pasado.

Según el creador del programa, Aaron Korsh, Meghan Markle enfrentó restricciones para usar un término británico en particular durante la última temporada de la exitosa serie de televisión “Suits”. En una entrevista que ha resurgido recientemente, Korsh reveló que el Palacio prohibió a la Duquesa de Sussex decir la palabra “poppyc***” en cámara.

Esta directiva aparentemente se remonta a antes del matrimonio de Meghan con el Príncipe Harry en 2018, cuando aún interpretaba al personaje Rachel Zane en la serie de drama legal.

 

Korsh explicó que el guion original incluía una línea en la que el personaje de Meghan, Rachel Zane, debía mencionar el término “poppyc***” como una referencia sutil a los hábitos de comunicación de su propia familia. Explicó: “La familia de mi esposa, cuando tienen un tema que podría ser sensible, usan la palabra ‘poppyc***’”.

Sin embargo, la Familia Real intervino y objetó que Meghan dijera la palabra, expresando preocupaciones de que pudiera manipularse para que sonara como un término más ofensivo. Korsh recordó: “No querían poner la palabra ‘poppyc***’ en su boca. Supongo que porque no querían que la gente editara cosas de ella diciendo ‘ck’. Así que tuvimos que cambiarlo a ‘bulls*’”.

El resurgimiento de esta revelación, especialmente en la plataforma de redes sociales TikTok, ha generado reacciones mixtas entre los fanáticos de la realeza. Mientras que algunos aplauden la precaución del Palacio, señalando el potencial de malinterpretación o manipulación de las imágenes, otros argumentan que, en la era moderna, tales restricciones pueden parecer desactualizadas.

“Es lo correcto que consideren estas cosas”, comentó un partidario de la decisión del Palacio, enfatizando la importancia de mantener la imagen de la familia real como representantes del estado británico.

Por el contrario, otro comentarista señaló: “es el siglo XXI y es solo una palabra”, sugiriendo una postura más relajada sobre tales restricciones de lenguaje.

El incidente sirve como un recordatorio de las complejidades y los protocolos que rodean la imagen pública de la familia real, incluso en aspectos aparentemente menores de sus vidas y carreras.