El conductor de televisión Daniel Bisoño, de 51 años, se encuentra enfrentando una de las etapas más críticas de su vida tras haber sido sometido a un trasplante de hígado. La cirugía, que duró alrededor de seis horas, fue exitosa, aunque su recuperación será un proceso largo y delicado. Bisoño, conocido por su participación en el programa “Ventaneando”, llevaba meses enfrentando problemas de salud debido a un diagnóstico de hígado graso, lo que finalmente lo llevó a requerir un trasplante para salvar su vida.

A través del programa “Ventaneando”, su hermano Alex Bisoño compartió detalles del difícil proceso. Explicó que, tras recibir la noticia de un donante compatible, la familia tuvo que actuar rápidamente para completar una serie de trámites y realizar múltiples estudios al órgano donado. Finalmente, la operación se llevó a cabo, y aunque el trasplante fue exitoso, ahora la preocupación se centra en la recuperación de Daniel y la posibilidad de que su cuerpo rechace el órgano.

Daniel Bisoño permanecerá en casa bajo cuidados muy estrictos durante al menos un mes, con visitas limitadas para evitar el riesgo de infecciones que puedan complicar su recuperación. Se espera que su recuperación completa tome entre dos y tres meses, tiempo durante el cual no podrá regresar de manera regular a “Ventaneando”. Sin embargo, muchos especulan que este largo proceso podría costarle su lugar en el programa, especialmente porque la productora Pati Chapoy ya estaría buscando un reemplazo, según algunos rumores.

El hermano del conductor, Alex Bisoño, comentó que han sido meses extremadamente difíciles para toda la familia. Recordó cómo, tan solo hace unos meses, Daniel fue hospitalizado y sometido a una cirugía delicada, lo que coincidió con la triste pérdida de su madre, María Araceli Bisoño, quien falleció debido a complicaciones derivadas de la pandemia. A pesar de todo, la familia se mantiene con esperanza, considerando este trasplante como un “cierre de ciclo” después de tantas dificultades.

La recuperación de Daniel es, sin duda, un proceso complejo y prolongado. Mientras permanece en terapia intermedia, su familia y amigos continúan apoyándolo, esperando que pueda superar esta dura prueba y retomar su vida normal en unos meses. Por ahora, el foco está en que su cuerpo acepte el nuevo órgano y que su salud mejore progresivamente.