La separación de William Levy y Elizabeth Gutiérrez ha desencadenado una serie de problemas emocionales para su hija Kay, de 14 años, que ha sido la más afectada por el conflicto familiar. Según informes recientes, la adolescente ha estado atravesando momentos difíciles en la escuela, donde se ha visto en varias ocasiones llorando en los pasillos debido a la situación.

La ruptura pública entre sus padres ha sido un golpe fuerte para Kay, quien aparentemente no está preparada para manejar el impacto de la separación. La preocupación de ambos padres por su bienestar es evidente. Tania Charry, en el programa *El Gordo y la Flaca*, reveló que la situación ha sido especialmente dura para la joven, quien ha tenido que enfrentar rumores y problemas adicionales, como las supuestas infidelidades y las dificultades económicas de su madre tras dejar la casa que compartía con William Levy.

William Levy y ‘Ely’ Gutiérrez estarían “muy preocupados” por la salud de  su hija tras la separación

Según las declaraciones de Elizabeth Gutiérrez, su situación se ha visto agravada por la falta de apoyo de Levy. En una conversación con un oficial, Elizabeth mencionó que William aparentemente la echó de la casa y que incluso le quitó el carro, dejándola sin recursos propios. Ella ha estado viviendo con el apoyo de su familia y usando un carro de renta, mientras enfrenta la realidad de tener que proporcionar una estabilidad para sus hijos en medio de la crisis.

Además, Elizabeth ha señalado que William Levy no está al pendiente de las necesidades de Kay, a pesar de que ella está viviendo en un departamento con su madre. La actriz aseguró que Levy solo la ve dos veces por semana durante los juegos de béisbol de Christopher, su hijo mayor, y que no se preocupa por cómo está Kay ni se comunica con ella.

La situación se ha complicado aún más con las afirmaciones de Elizabeth sobre la presencia de una posible tercera persona en la vida de William Levy, lo que, según ella, afecta profundamente a Kay. Elizabeth incluso ha bloqueado el número de Levy debido a llamadas nocturnas en las que él intentaba saber cómo estaba su hija, lo que ella considera un intento de manipulación.

Esta turbulenta situación ha puesto a Kay en el centro de una batalla familiar, haciendo que sus padres estén más enfocados en resolver el conflicto y asegurar que ella pueda encontrar un equilibrio emocional en medio de la separación.