Briggitte Bozzo ha vuelto a ser el centro de atención tras sus recientes declaraciones sobre Mariana Echeverría. En un video revelador, Briggitte comentó sobre la reacción de Mariana a un capítulo de *La Rosa de Guadalupe* titulado “Los Mangos de la Lady Mangos”, un episodio que ha causado controversia y que, según Briggitte, fue tomado de una manera muy personal por Mariana, a pesar de que ella misma había aconsejado no hacerlo.

Briggitte señala que Mariana siempre fue la primera en exhortar a los demás a no tomar las cosas como algo personal y a mantener una actitud desenfadada frente a la dinámica del reality. Sin embargo, parece que la actriz no aplicó su propio consejo y, tras la emisión del capítulo, expresó su descontento de manera abierta, lo que llevó a Briggitte a cuestionar su autenticidad. “Ella no quería tomarse las cosas personales, pero se las terminó tomando. Entonces, es un problema de ella”, afirmó Briggitte con una mezcla de sorpresa y desdén.

El conflicto entre ambas figuras públicas se intensificó cuando Briggitte mencionó que muchas de las actitudes de Mariana no fueron editadas y que el público pudo ver su verdadero comportamiento. “Cada quien sacó la careta que tenía que sacar”, enfatizó Briggitte, sugiriendo que Mariana reveló un lado que no estaba dispuesto a mostrar antes de la controversia. En este contexto, la referencia a “sacar la careta” se convierte en una metáfora poderosa, ya que implica que la verdadera personalidad de Mariana fue expuesta ante los ojos del público, un hecho que podría haberla dejado vulnerable y en una posición comprometida.

Además, Briggitte sostiene que las afirmaciones de Mariana de que todo estaba editado son infundadas. “No creo que sus actitudes hayan sido editadas”, puntualiza, dando a entender que las acciones de Mariana eran genuinas y que el público no se dejó engañar. Este intercambio entre Briggitte y Mariana pone de manifiesto la tensión que puede surgir en un ambiente tan competitivo como *La Casa de los Famosos*, donde las alianzas y los conflictos son constantes y donde las palabras pueden tener un impacto significativo en la percepción pública.

En última instancia, esta situación invita a la reflexión sobre la naturaleza de la fama y cómo las personas manejan las críticas y los conflictos en un espacio tan expuesto como la televisión. La opinión de Briggitte es clara: las emociones y actitudes manifestadas en el programa son un reflejo fiel de la realidad, y el hecho de que Mariana no lo reconozca sugiere una desconexión con la verdad de su experiencia. Así, la controversia entre ambas se convierte no solo en un drama televisivo, sino en un estudio sobre la autenticidad y la percepción en el mundo del entretenimiento.