Celoso de su intimidad, son muy pocas las veces en las que hemos podido escuchar a Enrique Iglesias hablando sobre su vida privada. Igualmente, escasas son las imágenes de su familia. Aunque no se oculta, ha creado un muro infranqueable para proteger a su círculo más cercano y las apariciones públicas del cantante se circunscriben al ámbito laboral. Por eso han llamado tanto la atención las recientes declaraciones en la entrevista concedida a la revista People en la que hace un repaso a su historia de amor con Anna Kournikova, que dura ya más de dos décadas. La pareja se conoció en el rodaje de un videoclip del cantante en 2001. «Comenzamos a conectarnos poco a poco y nos volvimos más y más fuertes», recuerda el intérprete de ‘Bailando’.

Y es que la participación de la tenista en el vídeo del tema ‘Escapar’ marcó un antes y un después en su vida «de una forma que ni siquiera imaginaba». Anna se convirtió en la mujer de su vida, con quien tiene tres hijos, los mellizos Lucy y Nicholas, de 5 años, y Mary, de 3, a los que conocemos gracias a las pocas imágenes que los padres han publicado en sus redes sociales.

Su relación empezó cuando él tenía 26 años y ella 20. Aunque venían de mundos diferentes, ambos entendieron el mundo del otro y esa compresión hizo que su romance prosperase. «Cuando nos conocimos, aunque ella venía del mundo de los deportes, en cierto modo, nos entendimos el uno al otro. Ella sabía cómo era mi mundo. Yo sabía cómo era su mundo. Así que esa compresión ayudó mucho», ha dicho

 

Ahora, él tiene 48 años y ella 42, más de 20 años en común durante los que han ido creciendo juntos. «Aprendes sobre la marcha. Tienes buenos y malos momentos. Y si puedes superar los malos momentos, llegarás a los realmente buenos», reflexiona.

Quizás una de las claves de su éxito, además de protegerse del mundo exterior, sea no dar su relación por sentado, algo que Enrique parece tener claro. «Mucha gente dice: ‘Oh, bueno, sé que esta es la persona con la que voy a pasar el resto de mi vida’. Estoy de acuerdo con eso, pero al mismo tiempo, nunca sabes adónde te llevará la vida y qué puede pasar», expresa.

Eso sí, mientras tanto, aprovecha tanto como puede su tiempo con su mujer y sus hijos, a los que todavía considera muy pequeños para que viajen con él en las giras. «Cuando los recojo del colegio y tienen un mal día o uno de ellos está llorando o se están peleando, les decimos: ‘Chicos, ¿cuál es vuestra canción favorita? Y entonces uno empieza a cantar ‘I like it’, y entonces todos empiezan a cantarla. Es tan bonito», describe. «Ahora estoy disfrutando. Estoy disfrutando cada día», concluye.