A lo largo de los años, muchos nombres han marcado el mundo del tenis y el entretenimiento, pero pocos como el de Ana Kournikova. Reconocida como la “ex mujer más sexy del mundo” por diversas publicaciones, Ana no solo destacó por su belleza, sino también por su habilidad en la cancha de tenis. Sin embargo, a pesar de ser una de las atletas más populares de su generación, Kournikova sorprendió al mundo al retirarse del tenis profesional a tan solo 21 años, dejando atrás una carrera prometedora.
El retiro de Ana de las canchas fue un movimiento que dejó a muchos fanáticos y expertos sorprendidos. Aunque su carrera profesional fue relativamente corta, su impacto en el tenis fue profundo, sobre todo por su presencia mediática. A pesar de no ganar un título de Grand Slam individual, Kournikova alcanzó la fama mundial por su impresionante físico y su habilidad en dobles, siendo considerada una de las mejores jugadoras en esa categoría. Sin embargo, después de años de estar bajo los reflectores y la constante presión, Ana tomó la decisión de alejarse del deporte a una edad temprana, buscando una vida más tranquila y equilibrada.
El cambio de rumbo de Kournikova la llevó a centrarse en otros aspectos de su vida, particularmente en su vida personal. Fue en este nuevo capítulo donde encontró a su gran amor, el cantante internacional Enrique Iglesias. La pareja, que lleva años junta, ha formado una familia con hijos y mantiene una vida privada bastante discreta. A pesar de las constantes especulaciones y la fama de ambos, prefieren mantener un perfil bajo, alejados de la atención pública. Su relación ha sido objeto de interés para medios y fans, pero ellos se han mantenido firmes en su decisión de vivir una vida tranquila.
Hoy en día, Ana Kournikova disfruta de su retiro, disfrutando de los frutos de una carrera exitosa y el amor de su familia. Aunque alejada de los reflectores del tenis y los medios, su vida con Enrique Iglesias demuestra que, a pesar de la fama y la atracción mundial, lo más importante para ella es la paz y el bienestar personal. Su decisión de alejarse del tenis y disfrutar de una vida tranquila es un recordatorio de que, en ocasiones, la verdadera felicidad no se encuentra en el éxito público, sino en los momentos más sencillos y privados de la vida.