En 1899, el explorador sueco Sven Hedin, famoso por sus expediciones, descubrió por casualidad las ruinas de la ciudad de Loulan, de 4.000 años de antigüedad, en el desierto de Taklamakan. Este hallazgo se convirtió en un acontecimiento clave en la historia de la arqueología. La ciudad antigua, oculta bajo las capas de arena, se convirtió en un tesoro para los investigadores interesados en conocer más sobre la vida y la cultura de sus habitantes. En 1980, cerca de este asentamiento, se descubrió una momia conocida como “La Bella Loulan”, una mujer joven de piel blanca, destacada por su altura de 1,80 m y su cabello rubio, características inusuales para la época. La momia tiene una antigüedad estimada de 3.800 años, lo que la convierte en una valiosa pieza de estudio para comprender la historia de la región. Junto a “La Bella Loulan”, también se encontró la tumba de un “Hombre Cherchen” de 50 años, lo que aportó más detalles fascinantes sobre ese periodo. Estos descubrimientos sugieren una amplia distribución de personas de piel blanca en Asia Central hace entre 2.000 y 3.000 años, abriendo nuevas perspectivas para el estudio de la migración y las interacciones de las antiguas culturas.
En el desierto de Namib, se puede encontrar un fenómeno peculiar: cientos de círculos misteriosos con un diámetro que varía entre 2 y 10 metros. La gente local cree que un dragón vive bajo la tierra y que su aliento es lo que causa estos círculos. Los científicos han propuesto explicaciones como la actividad de termitas, el suelo radiactivo o incluso toxinas liberadas por ciertas plantas. Estos enigmas continúan desafiando nuestra comprensión y enriquecen el misterio de los desiertos.