A sentado en Miami junto a su familia, Alejandro Altaba, hijo mayor de Chábeli Iglesias y Christian Altaba, vive alejado del foco mediático. Ayer, el nieto mayor de Isabel Preysler y Julio Iglesias cumplía dieciocho años y hacíamos un repaso sobre su vida portada a portada. Pero ¿cuándo fue la última vez que vimos públicamente a Alejandro? 

La última foto que tenemos del hijo de Chábeli Iglesias es de diciembre de 2017, concretamente en la boda de su tía Ana Boyer con Fernando Verdasco en la isla caribeña de Mustique. La ocasión lo merecía y Chábeli no quiso faltar a la boda de su hermana. Lejos de hacerlo sola, la hija mayor de Isabel Preysler viajó junto a su marido y sus dos hijos, el ya mencionado Alejandro, que por aquel momento tenía 15 años, y Sofía, quien actualmente tiene ocho años, y que fue la encargada de llevar las alianzas.

Casi tan alto como su padre, Alejandro, a quien consideran un niño milagro, nació el 14 de enero de 2002, casi cuatro meses antes de lo previsto. Chábeli se puso de parto con tan solo cinco meses de gestación, y gracias a la rápida actuación de su familia y de los médicos, el bebé salió adelante. Y así lo relataba la propia Chábeli en las páginas de la revista ¡HOLA! en el año 2002 cuando posaron por primera vez junto a Alejandro. “Me empezó a doler la espalda al salir de Madrid. Pensé que era por el peso que había ganado por aquel entonces y que también podría tener que ver con la lesión del accidente de coche que tuve hace un par de años. Llegamos a Punta Cana ya con dolores, pero sin hemorragia. No me sentía bien y al día siguiente tuve que ir al hospital. Allí me confirmaron que el niño venía de camino. Nos aconsejaron que por razones médicas sería más seguro que nos trasladáramos a Miami. Gracias a la ayuda de mi madre y a sus amigos de Santo Domingo, que hicieron las gestiones necesarias para buscar los mejores médicos que pudieran atenderme durante el vuelo, y al avión de mi padre, que puso inmediatamente a mi disposición, llegamos justo a tiempo al hospital de Miami para que Alejandro naciera sano y salvo”.

“Christian y yo bromeamos diciendo que nuestro hijo no podía aguantarse las ganas de conocer el mundo… Un día se cansó de esperar y decidió nacer. Pero la verdad es que fueron momentos muy difíciles. Tuvimos mucha suerte con nuestros médicos, tanto en Punta Cana, en la clínica de Playa Bávaro, como con todo el equipo de la Unidad de Neonatología en el Jackson Memorial Hospital, de Miami” explicaba Chábeli.

Atrás quedaron esos meses tan difíciles, y Alejandro creció siendo un niño sano y feliz. Apasionado del tenis y el fútbol, es, según palabras de su madre, un excelente hermano mayor y un muy buen estudiante. “Es un niño es muy noble y muy buen estudiante. Está siempre pendiente de Sofía en el papel de hermano mayor: protector. Pero Sofía es muy pilla y hace todo lo posible para llevarse toda la atención”.