Wendy Guevara, la icónica ganadora de la primera temporada de “La Casa de los Famosos”, regresó a la casa en un emotivo y sorpresivo reencuentro con los finalistas de la temporada actual. Su entrada fue recibida con entusiasmo por parte de los habitantes, quienes no podían creer que Wendy estuviera de vuelta, trayendo consigo su característico carisma y humor. Desde su llegada, Wendy puso el ambiente en la casa, haciendo preguntas a los finalistas, felicitándolos por su gran desempeño y reconociendo su esfuerzo por llegar a la gran final.

Wendy, fiel a su estilo, no tardó en hacer de las suyas al compartir momentos divertidos con los finalistas. Uno de los más memorables fue su famoso “beso de tres”, esta vez protagonizado por Gala y Karime, quienes no dudaron en seguir el juego. A lo largo de la noche, la conversación fluía naturalmente, y Wendy no perdió la oportunidad de bromear, hacer reír y recordar sus propias experiencias dentro de la casa. Además, se mostró nostálgica al recorrer el cuarto donde ella misma durmió en la temporada pasada, recordando sus momentos junto a Agustín, otro querido exhabitante.

 

Durante la conversación, Wendy mostró su admiración por los finalistas, destacando su capacidad de jugar su propio juego sin compararse con los participantes de temporadas anteriores. Les expresó que, aunque todos desean ganar el premio en efectivo, ya son ganadores por el simple hecho de haber llegado tan lejos en la competencia. Con su característico sentido del humor, compartió anécdotas sobre su vida después de ganar “La Casa de los Famosos”, haciendo reír a todos al contar que, tras ganar, apenas prestó atención al maletín con el premio, pues lo que realmente la emocionaba era salir al mundo exterior y reencontrarse con la gente.

Wendy también aprovechó la ocasión para bromear sobre su relación con Nicola, mencionando que, aunque lo aprecia, a veces le resulta molesto que él prefiera dormir temprano y no permita que la casa se convierta en un ambiente de fiesta constante. A lo largo de la noche, Wendy continuó interactuando con los habitantes, regalándoles anillos y otros detalles para que la recordaran. Como siempre, su sinceridad y espontaneidad hicieron que todos se sintieran cómodos y se divirtieran en su compañía.

El regreso de Wendy a la casa fue, sin duda, un evento emocionante tanto para los finalistas como para los seguidores del programa. Su energía, humor y autenticidad no solo iluminaron el ambiente, sino que también trajeron un toque de nostalgia para los que la recuerdan como la querida ganadora de la primera temporada. Además, demostró una vez más por qué es tan querida por el público, con su capacidad única de conectar con la gente y hacer reír a todos a su alrededor. Sin duda, su aparición en la casa dejó una huella imborrable en los finalistas y en la audiencia.