Cuando la gente vio fotos de su singular hija, quedaron sin palabras. Así luce su extraordinaria pequeña. La historia de James Lusted es un ejemplo conmovedor de cómo el amor y la confianza pueden superar cualquier obstáculo. Desde joven, James abrazó su altura sin ningún complejo.
En lugar de verlo como una limitación, lo consideró su rasgo distintivo, algo que lo hacía único. Con orgullo, solía referirse a su estatura como su “encanto especial”.
En 2014, James conoció a Chloe, una mujer que mide 1,70 metros. Su romance floreció aquel verano y, desde su primera cita, sus vidas tomaron un giro inesperado. Cuando salieron a cenar en un café, el camarero, al verlos, le entregó de inmediato un menú a Chloe. Mientras tanto, a James —quien mide 61 centímetros menos que ella— le ofrecieron un libro para colorear y crayones, ya que el camarero lo confundió con un niño.