En un extraño giro de los acontecimientos, nuevos informes afirman que Elon Musk le envió al magnate de la música Sean “Diddy” Combs 1.000 botellas de aceite de bebé como muestra de gratitud después de que Diddy supuestamente ayudó a Musk a asegurar su compra de Twitter por 44 mil millones de dólares, ahora conocida como X. El impactante regalo ha dejado a muchos atónitos, y algunos calificaron el gesto de “repugnante”, dadas las recientes controversias de Diddy que involucran acusaciones de abuso de celebridades.

Según se informa, Diddy reveló que había sido un actor clave en la adquisición de la plataforma de redes sociales por parte de Musk, ofreciendo orientación y apoyo durante las complicadas negociaciones. A cambio, el regalo de Musk de aceite para bebés (un obsequio que ha sorprendido a todos) ha suscitado más de una pregunta sobre la relación entre las dos poderosas figuras.

El extraño intercambio es aún más polémico a la luz de las acusaciones en curso contra Diddy. Han surgido afirmaciones de que Musk estuvo a su lado durante momentos problemáticos en la vida de la estrella, en particular cuando salieron a la luz acusaciones de mala conducta con celebridades como Justin Bieber y otros. Si bien ni Musk ni Diddy han abordado públicamente estas acusaciones, su estrecha relación ha provocado indignación y muchos se preguntan si el poder y la riqueza se están utilizando para proteger a Diddy de la rendición de cuentas.

Tanto los fanáticos como los críticos han recurrido a las redes sociales para expresar su disgusto por la situación. “Es repugnante pensar que alguien como Musk pueda respaldar a Diddy mientras circulan todas estas acusaciones”, escribió un usuario. La narrativa ha ganado aún más fuerza con celebridades como Taylor Swift, quien ha denunciado públicamente cualquier forma de abuso o complicidad, afirmando: “Ninguna cantidad de dinero o fama debería proteger a nadie de enfrentar las consecuencias de sus acciones”.

Mientras tanto, los partidarios de Justin Bieber le piden que aborde su relación con Diddy, exigiendo transparencia e instando a la estrella del pop a distanciarse de cualquier asociación que pueda tolerar un comportamiento abusivo.

A medida que el escándalo se profundiza, plantea preguntas inquietantes sobre la dinámica de poder en Hollywood y Silicon Valley, donde multimillonarios como Musk y figuras influyentes como Diddy parecen operar en un mundo aparte, a menudo evadiendo el escrutinio. La retorcida historia del aceite para bebés y los acuerdos multimillonarios pone de relieve la necesidad de una mayor rendición de cuentas y transparencia, no sólo dentro de la industria del entretenimiento, sino en todas las esferas donde el poder y el privilegio reinan sin control.


Si bien Diddy sigue negando las acusaciones cada vez más numerosas en su contra, la reacción negativa por su supuesto respaldo por parte de Musk es un duro recordatorio del cambio cultural que se está produciendo en Hollywood, donde las supervivientes de abusos están cobrando valor para hablar y exigir justicia. Las impactantes afirmaciones en torno a estos dos titanes de la industria dejan una cosa clara: el mundo está observando y los días en que los individuos poderosos escapaban a la rendición de cuentas podrían estar finalmente llegando a su fin.