En una emotiva aparición en el programa “Desiguales”, Amara La Negra reveló su mayor temor, visiblemente conmovida. La artista, conocida por su vibrante personalidad y exitoso recorrido en la música, compartió sus sentimientos más profundos sobre la pobreza y el impacto que ha tenido en su vida.

Con lágrimas en los ojos, Amara confesó su profundo miedo a regresar a la vida de escasez que conoció en el pasado. “Le tengo tanto miedo a volver a vivir en la calle”, admitió. “Sé lo que es la pobreza porque lo he visto, lo he vivido, y he trabajado muy duro para estar donde estoy ahora. Mi mayor temor es perder todo y tener que enfrentar de nuevo esa dura realidad.”

Durante la conversación, Amara también reflexionó sobre la importancia de enfrentar los miedos y cómo la terapia puede ser una herramienta valiosa. “El miedo puede ser un obstáculo para alcanzar nuestras metas, pero también puede motivarnos. A veces necesitamos enfrentarlo y buscar ayuda para superarlo”, explicó.

Nancy, otra invitada del programa, intervino para ofrecer palabras de aliento y comprensión. “Es importante entender por qué las personas tienen ciertas preocupaciones, y a veces, esas preocupaciones provienen de experiencias dolorosas”, señaló. “Amara, no vas a volver a esa situación, y estoy aquí para apoyarte.”

El diálogo se volvió aún más intenso cuando Amara expresó su deseo de que sus hijas nunca experimenten la falta de recursos que ella conoció. “No quiero que ellas vivan la escasez, que tengan que esperar hasta el día siguiente para ver qué pueden conseguir. Quiero asegurarme de que tengan un futuro sin esas preocupaciones”, dijo con firmeza.

Karina, otra de las participantes, agregó un consejo importante sobre encontrar el equilibrio entre el trabajo y la vida personal. “Es crucial estar consciente de tus miedos y trabajar en ellos, pero también es importante dedicar tiempo a la familia. Lograr ese balance te traerá paz interior”, recomendó.

Amara La Negra dejó claro que, aunque enfrenta miedos significativos, también está decidida a no permitir que estos controlen su vida. Su valentía al compartir su historia sirve como recordatorio de que incluso las figuras públicas enfrentan desafíos personales profundos y que el apoyo y la comprensión son esenciales en el camino hacia la sanación.